Chapter XXIV: Answers
En Fort Baxter, en una de las oficinas, el sargento de la milicia se reúne con Lance y con un tipo viejo y vestido con un traje de etiqueta.
— Entonces mi querido sargento ¿Acepta mi oferta?
— Me temo que no Sr. Sindacco. Lo que me pide es un asunto muy gordo y opino que vale más que eso.
— El doble y el 8% de los ingresos mensuales. Es mi última oferta ¿La toma o qué?
— Eso es lo que quería oír. Cuente con ello.
— Bien. Espero que no me decepcione como este imbécil...
— ¡¿Pero que ca...
— Estas aquí solo como un simple ayudante, así que calla.
— ¿No me digas Bayno? Sabes, no deberías tratarme de esa manera. Recuerda que si no hubiera sido por mí, seguirías en Liberty City viendo como Paulie disfruta del poder que tú tanto anhelabas.
— Y dime ¿Quién eres tú para hablarme de esa manera? Deja que te responda... Tú sencillamente no eres nadie, y puede que tengas razón, pero yo te levante de la mierda de vida que tenias. Tú eres el que debe estar agradecido ¿No crees?
— Pues no pienso igual que tú... — saca una Micro Uzi. — Yo tomare el control y me los cargare a los dos, al fin y al cabo no los necesito.
— Yo no haría esa estupidez, mucho menos en este lugar. — dijo el sargento.
— ¡Jaja, ¿Crees que me importa?!
— Tienes 5 segundos para soltar tú arma, o sino esparciré tus sesos en toda la pared. — dijo Bruno al llegar sorpresivamente y encañonarlo con la escopeta.
— ¡Tú otra vez!
— Uno... dos... tres...
Lance suelta el arma, voltea e intenta golpearlo, pero Bruno detiene el golpe y le da un rodillazo en el estomago. Después lo golpea con dos puñetazos en la cara y lo noquea con un golpe en la nuca.
— Uh, estoy seguro que eso le dolió. — dijo el sargento.
— Bruno, llegas justo a tiempo, como siempre.
— Tenemos que hablar...
— David, si nos disculpas, tenemos asuntos que arreglar. ¿Podrías hacerte cargo de ese idiota?
— No hay problema. ¿Qué quieres que haga con él?
— Lo que sea, solo aléjalo de mi vista.
Bruno y Bayno salen y paran en uno de los pasillos del edificio.
— Damián escapo y lo más probable es que estuvo revisando los archivos de la computadora. Puede que haga llegar esa información a manos equivocadas.
— ¡Por eso te dije que te deshicieras de él en cuanto terminara el proyecto! Tienes que encontrarlo antes de que cante. Date prisa.
Bruno sube a un Hunter y sobrevuela Vice City en compañía de otro helicóptero del mismo tipo. Por tierra, varias camionetas Rancher tripuladas por FIRE se dispersan por la ciudad. Por otro lado, Pete y Damián...
— Es cierto, debo avisarle. — marca un número. — ... vamos, contesta.
— ¿Que quieres Pete?
— Tommy tengo que verte en la mansión ahora. Es un asunto bastante serio.
— ¿Qué sucede?
— Creo que no puedo explicártelo por teléfono.
— Ahora estoy demasiado ocupado. Mañana a primera hora nos vemos.
— ¡Esto no puede esperar, es importante!
Damián le arrebata el teléfono.
— ¡Sr. Vercetti entienda que si esperamos hasta mañana, todos ustedes ya estarán muertos! ¡Si quiere evitarlo, traiga su trasero a Starfish Island dentro de una hora! — cuelga.
— ... linda manera de convencer a los demás.
El Comet llega a la mansión. Pete al tener la autorización, entra.
— ¡Que grande y bonita es esta mansión!... aunque muy desordenada.
— Jaja, ¿Lo dices por las remodelaciones o por la basura regada?
— Por las dos cosas. ¿Y no han tenido algún tipo de problemas por lo que ha pasado? Sobre todo por lo que paso aqui...
— No. Todos creyeron que fue un intento de asalto. De lo demás, Tommy se las ingenia para salir libre de culpas.
— Entiendo.
— Mientras llega ese idiota, vamos a comer algo. Me entere que lleno el refrigerador con deliciosos aperitivos y lo mejor es que nos serán gratis.
— ¿Él no se molestará por eso? Es su casa y su comida, no creo que le agrade que la tomemos sin permiso.
— No hay problema, no se dará cuenta.
— Si usted lo dice...
En la cocina, los dos comen hasta hartarse. De repente suena una ligera alarma y Damián de su mochila saca un aparato.
— ¿Que sucede? ¿Y qué es eso?
— Es un radar con seguidor de aeronaves de ataque.
— ¿Así que...
— La alarma se activa cuando un Hunter o cualquier otra aeronave, como el Hydra, esta sobrevolando el radio de alcance del radar.
— ¿Qué? Haber déjame ver.
— Dos Hunters están cerca.
— ¿Son esos puntitos rojos?
— Si.. ojala no se acerquen más. Pero lo que más me preocupa es que Bruno este piloteando uno de ellos.
— Tal vez se alejen.
2:47 am. Damián, sentado en el sofá vigilaba el radar mientras que Pete estaba dormido. Damián se esconde detrás de Pete al notar que alguien se acercaba. Tommy entra y al ver a Pete tan tranquilo, suelta varios disparos al aire.
— ¡Ah! ¡No me mates, te juro que... ¿Eh?... ¡¿Por qué hiciste eso?! ¡Casi me matas de un infarto!
— ¡Jaja, hubieras visto la cara que pusiste jaja! — dijo Tommy.
— ¡Oye, no es gracioso!
Damián se asoma, pero se oculta de nuevo.
— ¡¿Quién anda ahí?! — pone en alto la M4.
— Tranquilo hombre. Es nuestro contacto.
— Oh ya recuerdo, el que se atrevió a gritarme por teléfono. Bien que se muestre.
— Vamos Damián, no tengas miedo.
— Esta bien...
— Debes de estar bromeando, es solo un niño.
— Si, pero a pesar de eso, sabe más que nosotros. Los presento, Tommy él es Damián, Damián él es Tommy Vercetti, pero supongo que ya sabias eso.
— Si... Mucho gusto y discúlpeme por haberle gritado, no fue mi intensión.
— Tratándose de ti, no hay problema. Y bien ¿Que tienen que decirme?
— Primero necesitamos que nos prestes tu computadora...
— Está en el cuarto de seguridad.
— Bueno ahí te explicamos.
Se dirigen al cuarto. Dentro, había dos computadoras comunes y en otra mesa se encontraba la computadora central. Damián toma el control de ella.
— ¿Ahora qué?
— Espera, deja que el chico haga unas cosas.
— Señores presten atención. — se acercan los dos. — Como ya se lo había contado a Pete, lo que ha venido sucediendo forma parte de un plan llamado S.H.D diseñado por Lance hace ocho meses. El objetivo principal es eliminarlo a usted. Pero Lance necesitaba recursos para echarlo a andar así que hizo una alianza con dos tipos más: Bayno Sindacco, ex miembro de la Familia Sindacco y Bruno Miller, un veterano de guerra. Fue capitán de las fuerzas especiales del ejército norteamericano y actualmente es el mejor matón que tiene Bayno, además es el jefe de algunas bandas callejeras.
— En ese caso, solo tenemos que eliminar a esos dos y asunto arreglado.
— Se equivoca, Lance sigue vivo.
— ¡¿Qué?! — dijeron Tommy y Pete.
— ¡Maldición!
— Pero si Lance todo el tiempo estuvo relacionado con un Sindacco ¿Por qué esa vez estaba con los Forelli?
— Bayno para saber si valía la pena hacer tratos con él, le encomendó varios trabajos. Uno de ellos era el de matar a James Forelli como advertencia a los Forelli para que quitaran de su mente la idea de venir a Vice City y tratar lo que ellos planean.
— Así que lo engaño e hizo ese espectáculo para que nosotros lo elimináramos y él saliera con las manos limpias.
— Correcto. Les recomiendo que se enfoquen en eliminar a Bayno y a Bruno. Tras los fracasos de Lance, el paso a segundo término.
— ¿Quieres decir que de jefe paso a ser un subordinado?
— Así es.
— ¿Y porque dejaron pasar los días y no han vuelto a atacar?
— Para que ustedes estuvieran desprevenidos y propensos a un ataque sorpresa.
— Pues qué bueno que te encontramos.
— Damián, ¿Exactamente que le han proporcionado a Lance? — pregunto Pete.
— La banda FIRE, dinero, entre otras cosas, a excepción de armas. Estas las tenían que conseguir, por eso han creado esta lista.
— Vaya lista de armamento.
— Aquí se incluye los datos del arma, dónde, cómo y cuándo robarlas y cuantos ejemplares necesitan.
— Esperen... estas armas son las que ha traído Phil.
— Estas armas son más potentes a comparación de las que se usan comúnmente en la ciudad. Perfectas para un ataque efectivo sobre todo por estas...
— Lanzamisiles FIM-92 Stinger y Superbazuca. Armas anti-tanque, más potentes que un simple lanzacohetes...
— El ejercito cuenta con ejemplares de la superbazuca, pero por ahora, Phil es el único que cuenta con un ejemplar del lanzamisiles Stinger en toda Vice City. Deben alertarlo antes de que ellos se hagan con las armas y lo maten. También les sugiero que traigan a Lylian, el hospital puede que ya no sea seguro.
— ¿Por qué dices eso?
— Miren. Ella es uno de los blancos principales del plan S.H.D. Los blancos secundarios son todos ellos. — pone otra lista.
— Son casi todos mis contactos. ¿Cómo obtuvieron toda esta información?
— Tienen personas infiltradas en todos lados. Ellos recababan la información y Bruno la almacenaba en esta base de datos.
— Entonces si todo esto forma parte de un plan ¿Qué sigue ahora?
— No lo sé, el plan S.H.D no está redactado, solo lo saben ellos. Lo último que supe fue que estaban haciendo tratos con el sargento de la milicia, pero no tengo idea de que clase.
— Entonces era cierto...
— ¿Pero porqué Bayno está ayudando a Lance?
— Bayno tuvo un desacuerdo con su hermano Paulie Sindacco porque quedo a la cabeza de la familia, puesto que él peleaba desde hace años, entonces quiere hacerse de una organización criminal bastante fuerte para derrocar a su hermano. Pero, por lo que oí una vez en una plática entre él y Bruno, tiene otra conexión con usted, no es solo el hecho del plan.
— ¿Otra conexión conmigo?... No creo, pero cuando lo mencionaste, sentí que ese maldito nombre ya lo había escuchado antes. Tal vez me quedó grabado cuando estaba en Liberty City. — contesto Tommy.
— Después investigaremos eso. Ahora lo más importante es traer a Phil y a Lylian. Pero antes de que se marche creo que deben reforzar la seguridad.
— ¿Porqué?
— Hay dos Hunters sobrevolando la ciudad. Puede que estén planeando un ataque y no solo por aire.
— Está bien. Tardare un poco así que esperen aquí. Malditas líneas telefónicas, si sirvieran...
— Creo que no tendrá que tardar mucho.
Damián saca el pequeño control remoto que hurto del cuarto de Bruno y presiona el botón.
— ¿Que paso? — dijo Pete.
— Ejém... no es que te ofenda chico, pero yo esperaba que pasara algo, no sé, como una explosión, un terremoto o que hicieras desaparecer la mierda de perro de mi césped.
— Llame por teléfono y dese cuenta de lo que realmente sucedió.
— Ja, debes estar bromeando. — hace una llamada. — ... no hay se...
— ¡¿Jefe?! — alguien contesto del otro lado de la línea.
— Ah... ¡¿Esa cosita hizo esto?! ¡Pero cómo, tú…
— Permítame recordarle que hay alguien en la línea...
— Ah... ¿Mario me escuchas?
— Fuerte y claro jefe. ¿Cómo es que pudo restaurar la señal?
Tommy sale.
— Da, Damián ¿Cómo es que...
— ¿Recuerda los Jammers que le mencione?
— Eh... si.
— Los Jammers son aparatos que evitan que los teléfonos reciban y transmitan señal. Con este control se activan o desactivan esas cosas.
— ¿Así que todo esto tú lo has diseñado?
— Algo así. Mi trabajo era perfeccionar las funcionalidades de ciertos aparatos y construirlos con material sencillo para que así no fueran detectados por la policía.
— Vaya... eres un genio. Me agradas.
— Gracias.
— Por cierto, tú fuiste quien me alerto ese día sobre Lance ¿Verdad?
— Si... temía que algo malo fuera a pasar si no lo hacía.
— Bueno, después te compensaremos por eso. Ven, vamos a ver que se cuece.
Al salir, notan que los Vercetti Gang ya estaban alertados. Tommy sale de un cuarto con su M4 sobre la espalda y una MP5 en manos. Esta se la arroja a Pete.
— ¡Hey tú, piensa rápido!
— ¿Qué? — le cae la MP5 en la cabeza. — ¡Ay! ¡Oye ten más cuidado!
— Vamos no seas llorón. Supongo que ya estás listo, así que en marcha.
— Yo voy con ustedes. — dijo Damián.
— De ninguna manera. Quédate aquí.
— Lo mismo digo. Aquí estarás bien, no te preocupes, sus hombres no muerden.
— Está bien. Procuren llegar en una sola pieza.
— ¡Eso haremos! — dijeron al salir y cerrar la puerta.
Tommy sube a su Infernus mientras que Pete aborda un Sentinel.
— Bien, tú iras a Phil's Place y yo al hospital.
— Mejor al revés ¿No?
— Serás pendejo. ¡Vamos hay que darnos prisa!
— ¡Está bien, no aguantas una broma!
Ambos se dirigen a sus destinos.
Chapter XXV: Three ways
Phil's Place
Pete en el camino visualiza uno de los Hunters, así que apaga las luces del coche y sigue avanzando Dentro del Hunter, Bruno hablaba por un walking talking.
— ¿Dónde está?
— En la mansión. Esta bajo el cuidado de ellos.
— Voy para allá.
— Espera. Tommy fue por la chica y Pete esta por traer a Phil y las armas. Damián les dijo todo y ha desactivado los Jammers.
— ¡Maldita sabandija! — corta y cambia de frecuencia. — ¡John dirígete a Ocean Beach y haz pedazos el hospital privado. También indica a las camionetas que se dirijan a Phil's Place y roben la mercancía sin dejar a nadie vivo!
— Entendido... — contesto el piloto del segundo Hunter.
Pete llega a Phil's Place. Toca la puerta, pero nadie sale a pesar de los fuertes golpes que daba así que con una patada la abre. Phil sale al descubierto con una M16 en alto.
— ¡Ya se los cargo la chingada, hijos de...
— ¡Phil, soy yo, Pete! Baja esa cosa...
— Ah, lo siento, pensé que eran esos cabrones de los FIRE. Otra vez aparecieron y han estado molestándome.
— Phil no hay tiempo que perder. Tengo que sacarte de aquí sano y salvo.
— ¿Porqué?
— Luego te explico. Mete a mi coche suficiente de tu nuevo armamento y lo demás escóndelo donde nadie pueda encontrarlo. Rápido.
— No cabrán en ese coche. Tendremos que ponerlas en mi Patriot.
— Está bien, pero date prisa.
Phil abre el garaje y quita la funda del coche. Era un Patriot blindado y con una Minigun incluida.
— Tú coloca las armas y yo vigilo.
— Bueno, ahora si me podrías explicar que cojones sucede.
— Resulta que lo que ha venido pasando es gracias a un estúpido plan que diseño Lance meses atrás. Pero él no había estado solo, sino que tenía a dos aliados, un tal Bayno Sindacco y Bruno Miller. En una base de datos tenía registradas varias cosas y su principal localización para robar armas es aquí, tú tienda.
— ¡¿Y por qué?! ¡Hay más traficantes de armas en la ciudad! Que por cierto me hacen mucha competencia, pero de todas formas…
— Si, pero en Vice City, eres el único por ahora que ha importado armas de reciente producción. Lo que más les importa es el lanzamisiles Stinger, quieren hacernos mierda con esa cosa. Es por eso que tenemos que ponerte a salvo al igual que las armas.
— Pero Lance esta fichado como K.I.A, ya no hay tanto de que preocuparnos.
— Eso es lo que todos creíamos.
— ¡Quieres decir que...
— Si, el desgraciado sigue vivo.
— Oye Pete, dime que esas camionetas son de nuestro bando.
— ¿Cuáles? Demonios, lamento informarte que no. Esto se ve mal.
Dos camionetas bloquean la entrada y otras tres se ponen en otros puntos. De cada una salen 4 FIRE armados con M4 y abren fuego hacia ellos. Pete rueda y se coloca detrás de una caja.
— ¡Apresúrate Phil, yo me encargo de estos!
— ¡¿Estás loco?! ¡No podrás contra todos ellos!
— ¡Claro que sí! — le dispara a tres tipos. — ¡Soy el hermano de Victor Vance! — dispara por ambos lados. — ¡Si él podía hacer cosas como esta, yo también!
— ¡Uhuuu, que valor! — arroja un Cóctel Molotov. — ¡Vic estaría muy orgulloso de ti! ¡Vamos, hazlos trisas!
El Cóctel Molotov cae sobre cuatro FIRE. Unos se hacen a un lado para evadir el fuego y Pete aprovecha para atacarlos.
— ¡Phil, ¿Cuánto falta?! — dispara. — ¡Ah mendigo casi me chingas!
— ¡Ya casi acabo!
— ¡Pues a mí ya se me acabo la munición!
— ¡Listo! Yo conduzco y tú sube atrás y usa la Minigun para quitar a esos estorbos del camino.
Phil enciende el motor y Pete se coloca atrás. Decenas de balas impactan sobre el coche mientras avanza hacia la salida. Pete jala del gatillo y salta de susto.
— ¡Ah, ¿Cómo quieren que use esta cosa?!
— ¡Vamos Pete, no seas gallina, dispara!
Pete algo nervioso dispara de un lado a otro y destruye una camioneta. Después aniquila a los 7 sujetos restantes y destruye otro coche. El Patriot escapa de ahí y más camionetas van tras ellos. Por la persecución, recorren Little Haiti y Downtown. Tiempo después, mientras Pete seguía atacando a las camionetas, se escucha una explosión a lo lejos y los FIRE se marchan.
— ¿Por qué demonios se largan?
— No lo sé. Aprovechemos para regresar a la mansión.
El vehículo se aleja a toda velocidad...
Private Hospital
Tommy se dirige a Vice City Beach. Toma su teléfono y llama al guardia que cuidaba de Lylian.
— ¡¿Jefe?! ¿Cómo es que…
— No hay tiempo para explicaciones. ¿Está todo en orden?
— Si, tranquilo y sin problemas. ¿Por qué la pregunta?
— Quería asegurarme que estuvieran haciendo su trabajo. Voy en camino así que mientras llegó, no permitan que nadie entre a su habitación. ¿Entendido?
— Si jefe.
Corta la llamada. Pisa el acelerador a fondo y al llegar, entra a la habitación.
— Lylian despierta.
— ... uh Tommy, ya llegaste.
— No, soy un holograma. ¿Cómo te sientes?
— Pues bien. Mañana me darán de alta.
— Creo que te la adelantare, tenemos que irnos ahora.
— ¿Porqué? ¿Qué sucede?
— Lance sigue vivo y otros dos sujetos tienen sus mismas intenciones. Al parecer estos 12 días los han utilizado como un receso.
— ¡¿Qué?! ¡¿Entonces este lío aún sigue?!
— Si. Lance al parecer solo era un subordinado de un tal Bayno Sindacco. Aunque hubiéramos acabado con él, los otros dos nos hubieran atacado por sorpresa, pero Pete encontró a alguien que nos alerto.
Suena el teléfono de Tommy y contesta.
— ¡Salgan inmediatamente de ahí!
— ¡¿Damián?!
— ¡Un Hunter se dirige al hospital! — se oye una explosión. — ¡Ah!... — se corta la llamada.
— ¡Damián, ¿Qué sucede?! ¡Damián! ¡Maldición!
— ¡¿Ahora qué?!
Un Hunter se coloca detrás de la ventana. Tommy pone a Lylian pecho tierra y la cubre. El helicóptero abre fuego y destruye todo lo que había alrededor. Al cesar las balas, ellos salen del cuarto. En el pasillo, los guardias estaban muertos y Lylian toma una M4. La alarma se enciende y las personas comienzan a evacuar el lugar. El Hunter lanza un misil y abre fuego por todos lados, matando a unos cuantos civiles.
— ¡¿Qué hacemos?! — dijo Lylian.
— ¡Rápido, por aquí!
— ¡Pero la salida es por allá!
— ¡Tú solo sígueme!
Corren de sentido contrario de las personas que huían. Se escucha otra explosión y más ráfagas pegar en el lugar. Ellos dan vuelta sobre otro pasillo.
— ¡No hay salida!
— ¡Claro que la hay! ¡Salta!
Tommy se arroja por una ventana y cae sobre una ambulancia.
— Auuu.... — mira hacia arriba. — ¡Mierda!
Lylian cae sobre él. Ella nota que sus pechos quedaron sobre la cara de Tommy.
— Tommy...
— ¿Si?
— ¿Estas a gusto? — dijo algo molesta.
— Si... de maravilla.
Bajan y se ocultan detrás del coche. Llegan varios Enforcer y los SWAT atacan al Hunter. Este destruye dos de las camionetas y dispara hacia los demás. Tommy y Lylian se escabullen y se ocultan detrás de una pared mientras arriban al lugar dos Maverick de la Policía y algunas patrullas.
— Tenemos que buscar un vehículo.
— Mi Infernus lo deje en la entrada.
— ¿Acaso no es ese que esta incendiándose y a punto de estallar? ... oh, estalló. — dijo Lylian al asomarse por un extremo.
— ¡¿Qué?! — se asoma. — ¡Ah, maldito, mi coche!
— Bueno hay que encontrar otro y huir, ellos se harán cargo de ese.
— ¿Huir? ¿Crees que soy marica? Mira, tú escapa mientras yo lo distraigo. La señal ya se restauro así que llama a Pete para que se reúna rápido contigo. Si pasa algo grave, no lo duden y escapen.
— Esta bien, pero ¿Podrás contra esa cosa tú solo?
— Hace un año me enfrente a una situación similar. Esa vez ayude a tú padre a escapar y le salve el trasero.
— Ahora veo porque te tenía mucha confianza.
— Vamos, vete. Nos vemos luego.
— OK. Cuídate. — le da un beso.
Lylian roba un coche y se aleja. Tommy nota que había un helicóptero derribado, tres camionetas destruidas al igual que 6 patrullas y varios policías heridos y otros muertos. Él dispara a ciegas y después sigilosamente sube en la parte trasera de un Enforcer para tomar munición y granadas. Por la ventanilla observa al Hunter aniquilando a más policías. De repente baja y se aleja pues un misil cae sobre el coche.
— Estuvo cerca.
— ¡Te encontré! — dijo el piloto por el altavoz del helicóptero.
— ¡¿Eh?!
Tommy le dispara y el helicóptero se mueve de un lado a otro. Lanza una Granada y detona cerca del Hunter. Después se coloca bajo la sombra de este y lo tirotea. El helicóptero intenta aplastarlo por lo que rueda a un lado y se sujeta de el. Mientras el helicóptero asciendía le dispara al piloto. El Hunter queda fuera de control y Tommy se lanza. Cae sobre un tejado y el helicóptero estalla en el edificio contiguo.
— Pobre idiota... Ay mi espalda. Suficientes caídas ya he tenido por hoy.
Sale del edificio y se aleja sin ser visto.
Vercetti Estate
Damián nota que un Vercetti Gang entra a la cocina. La puerta estaba un poco abierta y él se asoma. El tipo saca un radio-comunicador.
— Hey Bruno, te tengo noticias... — dijo el tipo.
— ¡¿Bruno?! — susurro Damián.
— Bueno, no te enojes. Escucha, encontré a tú querido hijo…
— El maldito es uno de los infiltrados, ya recuerdo...
— Espera. Tommy fue por la chica y Pete esta por traer a Phil y las armas. Damián les dijo todo y ha desactivado los Jammers.
— ¡Debo salir de aquí!
Damián temeroso retrocede y tira un jarrón con su mano. Voltea a todos lados y se oculta debajo de una mesa. El tipo sale, mira el objeto roto y se encamina al patio trasero.
— ¡Por mi culpa Bruno vendrá y nos matara a todos! ¡Pete, regresa pronto, por favor!
Mario levanta el mantel de la mesa.
— ¿Qué haces ahí niño? ¿Juegas a las escondidillas?
— No.
— ¿Entonces?
— Eso no importa... Disculpe ¿Usted conoce al tipo que acaba de salir?
— Ese... Um no, nunca lo había visto. Debe ser nuevo.
— No se da cuenta ¡Es un infiltrado de los FIRE!
— ¡¿Qué?!
— Debe creerme.
Mario llama a uno de sus compañeros y le pide que sigua al tipo.
— Primero hay que vigilarlo y después si es necesario lo atacamos, pero antes debo informarle al jefe... — tocan el timbre. — Oh, espera alguien llama a la puerta.
Mario abre la puerta y Damián se esconde. Era Mercedes quien había llegado.
— ¿Que hace aquí tan tarde "señorita"?
— Busco a tú jefe.
— Pues tendrá que venir después porque acaba de salir.
— Lo esperare.
Ella sube y toma asiento en el sofá del despacho. Damián se acerca a Mario.
— Señor, alerte los demás para que estén preparados, por favor. No bajen la guardia.
— ¿De qué estás hablando?
— Hace un momento ese sujeto alerto a su jefe y viene en camino.
— No te preocupes, cualquiera que se acerque sin autorización lo llenamos de plomo.
— Pero ustedes no tienen idea de lo que es capaz, sobre todo si es de noche. No se confíen.
— Hay más de 50 guardias en este sitio, así que calma.
— Pero...
— Ya niño. Vete a dormir, todo estará bien ¿OK?
Damián frustrado y preocupado sube las escaleras. Mercedes se asoma.
— Oye niño ¿Tú quién eres?
— Un amigo de Tommy.
— Ay, qué alivio. Por un momento pensé que eras su hijo perdido.
— Usted debe ser Mercedes.
— Veo que Tommy ya te ha contado de mí. Mucho gusto.
— De hecho lo sé por otra razón. Soy Damián.
— Pensé que Tommy solo trataba con asesinos y mafiosos.
— Con todo esto pronto me convertiré en uno.
El radar suena con más intensidad y Damián lo toma. Al observarlo, sale y para en el pasillo.
— ¡SE ACERCA UN HUNTER! — grito Damián.
— Jajajajaja…
— ¡¿De qué se están riendo?!
— ¡Ay niño, buen chiste! ¡Mejor vete a jugar a otro lado jaja! — contestó uno de los hombres.
— ¡No es un maldito juego, esto es enserio!
Regresa al despacho y con el radar localiza al otro Hunter.
— ¡Maldición!
— Damián ¿Qué está pasando?
— ¡No hay tiempo, necesito que llame a Tommy y me lo pase!
— Esta bien...
Mercedes marca el número y enseguida le da el teléfono a Damián.
— ¡Tommy, salgan inmediatamente de ahí!
— ¡¿Damián?!
— ¡Un Hunter se dirige al hospital!
Los Vercetti Gang que estaban vigilando afuera, miran al cielo.
— ¿Qué es eso? — dijo un Vercetti Gang
— No sé... — dijo Mike y saca unos Binoculares. — Es un helicóptero, pero... ¡Ah, mierda, es un Hunter y viene para acá!
En cuanto el Hunter sobrevuela la mansión, los guardias le disparan. De repente estos se alejan pues el helicóptero desciende y choca contra la mansión. Mientras arrasaba con la estructura y se llevaba por debajo a varios hombres, estalla y los restos quedán estáticos al impactar con las escaleras. Por el estruendo, se crea un agujero en el despacho y Damián cae por este y el teléfono se rompe. Los guardias que seguían vivos atacan a alguien en el patio. Mike oculto detrás de un pared, dispara a ciegas. Bruno, quien se había lanzado del helicóptero, elimina a los hombres que restaban con una M60 y pide refuerzos. Mike sale al descubierto y le dispara, pero Bruno toma a un hombre como escudo humano. Mike desesperado abastece su arma y Bruno llega hasta él.
— ¿Dónde está?
— ¡¿Quién?!
— El niño...
— Vete al carajo maldito bastardo, no te diré nada. — pone arma en alto.
— Esta bien. — le quita la M4 y le dispara en la sien. — Nos vemos en el infierno.
Damián vuelve en si y al intentar levantarse, grita de dolor pues tenía un pedazo de metal incrustado en su pierna. Mario recupera el sentido y se levanta. Observa que la entrada quedó bloqueada y la única forma de salir era por la puerta trasera. Después encuentra a Damián.
— ¡¿Estás bien?!
— Si sufrir de un tormentoso dolor significa estar bien, pues si...
— Tengo que quitarte esa cosa.
Con cuidado le saca el objeto y Damián pega un tremendo grito. Enseguida Mario hace presión sobre la herida con un trapo.
— ¿Dónde está la puta, que diga, Mercedes?
— Ahí. — señala arriba.
Mario trepa por una mesa. Toma a Mercedes y baja de un brinco. Después la pone sobre la pared y le da una cachetada para despertarla.
— ... ¿Qué pasó?
— Eso no importa, hay que irnos antes de que nos encuentre. — dijo Damián.
— ¿Quién? — pregunto Mario.
— Bruno, el causante de esto. ¡Se los advertí y no me hicieron caso!
— No creíamos que un niño pudiera advertirnos de tal cosa. Bien, la única forma de salir es por ese camino. Mientras los demás se encargan de esto, yo los sacare de aquí. Niño, ¿Puedes andar?
— No mucho, pero lo intentare.
Una granada estalla y crea un agujero en la pared. Mientras tanto, Pete y Phil, estaban próximos a llegar a Starfish Island.
— ¡¿Qué rayos está pasando?!
— ¡Lo más probable es que los FIRE estén atacando de nuevo!
Suena el teléfono de Pete.
— ¿Hola?
— Pete ¿Dónde estás?
— ¿Lylian?... Estoy en Little Haiti.
— Nos vemos en la mansión, al parecer algo está pasando. Date prisa.
Cuelga. En la mansión, llega la policía y se pone en cobertura pues al mismo tiempo llegan los refuerzos de Bruno y abren fuego. La zona es restringida y se ponen barricadas.
— ¡Qué bien, ahora podremos escapar por ahí! ¡Vamos! — dijo Mercedes.
— ¡Espere, allá hay un tiroteo! ¡Además no creo que quiera toparse con Bruno! — contesto Damián.
— Puede que tenga razón. Mejor hay que huir por la parte trasera.
— ¡Están locos! ¡Esta mansión no tarda en venirse abajo!
Mercedes sale por el hoyo. Al dar los primeros pasos regresa pues Bruno después de asesinar brutalmente a varios hombres con su M60, se acerca a ellos.
— ¡Ah!¡Es él! — dijo Damián al verlo entrar.
Mario y Bruno ponen armas en alto.
— Ustedes escapen mientras yo me encargo de este.
Damián por el miedo se queda paralizado y Mercedes, desde antes que se lo indicaran, huye con el rabo entre las piernas.
— Sabia que podía contar con esa puta... ¡No importa, trata de escapar niño!
— Él no irá a ninguna parte. — dijo Bruno.
— ¡Aquí tú no mandas! ¡¿Para quién rayos trabajas?! ¡¿Y para que quieres al chico?!
— No vine a contestar preguntas. Entrégamelo, AHORA.
— ¡Vete al carajo maldito cretino! — abre fuego.
Chapter XXVI: Fatal battle
Bruno levanta uno de los cadáveres y lo pone como escudo humano. Mario sin dejar de disparar se acerca y le lanza un golpe. Bruno detiene el impacto y lo recibe con un puñetazo. Mario suelta su arma, cae e intenta tomar su AK-47, pero Bruno lo patea en la cara y con su pie aleja el arma.
— ¡Bruno, basta! ¡Ya déjalo, por favor! — grito Damián.
Bruno toma una escopeta y le dispara sin piedad hasta matarlo.
— ¡NO! ¡Eres un maldito monstruo, me avergüenzo de ser tu hijo! ¡Estoy harto de esto, así que vamos, matame cobarde!
Por fuera, los policías iban en desventaja. Robert Grat, comandante de la policía de Vice City Mainland y muy buen amigo de Tommy, pide más refuerzos. El Patriot y el coche de Lylian acceden y frenan a un lado de la patrulla de Robert.
— ¡¿Qué hacen ustedes aquí?! ¡Como civiles deben de estar fuera de la zona!
— ¡Somos amigos de Tommy! ¿Cuál es la situación?
— ¡Esa banda esta destruyendo su propiedad y han provocado muchas bajas! ¡No podemos entrar porque traen armas potentes hasta el culo!
— ¡Nosotros nos encargaremos! ¡Dígale a sus hombres que abran paso o también me los cargo! — grito Pete.
— ¡¿Como se le ocurre que dejare pasar a tres civiles no autorizados?!
— ¡Solo hágalo!
Robert da la orden y sus hombres se alejan. El Patriot avanza y Pete dispara alrededor. Al deshacerse de varios FIRE, la policía adentra. Pete baja y se dirige a toda prisa hacia el interior de la mansion mientras que un Vercetti Gang toma el mando de la Minigun.
— ¡¿Robert, qué cojones está pasando?! ¡Todo está arruinado! — dijo Tommy al llegar.
— Tommy, tranquilo. — dijo Robert.
— ¡Como quieres que me tranquilice al ver esto! ¡Tengo que eliminar al que causo esto, así que haz que tus hombres no me detengan!
— Mierda... ¡Vamos, el grupo uno sigua cubriendo este lado y el grupo dos avance! ¡Muévanse! — dijo Robert.
— ¡Señor, no podemos dejar que estos civiles sigan aquí! ¡Hay que retirarlos!
— ¡Lo sé, pero tenemos que hacer una excepción, así que tendrán que acompañarlos!
Tommy le dispara a 4 FIRE que intentaron atacarlo.
— ¡No estoy de humor!
8 SWATs entran a la mansión y apuntan con MP5.
— ¡Suelte su arma y ríndase! — dijo uno de los SWAT.
— ¡Otra vez tú maldito! — grito Pete al llegar.
— ¡No lo volveremos a repetir! ¡Suelte su arma y manos sobre la cabeza AHORA!
Bruno deja caer la escopeta, pero enseguida saca una pistola y aniquila a tres SWAT. Después se cubre detrás de un bloque de concreto. Pete quita de enmedio a Damián y lo lleva hasta el Patriot. Bruno toma la AK-47 y tirotea a dos SWAT. De momento gira a un lado pues un pedazo de concreto casi le cae encima. Los SWAT le disparan y se oculta de nuevo. Tommy y Lylian entran y se cubren. Bruno lanza una granada, los 3 SWAT son arrojados y parte de una pared se viene abajo. Tommy y Lylian cegados por el humo, disparan a lo bruto y Pete junto con Robert entran. Bruno los recibe a golpes y Pete cae noqueado cerca de Lylian. Tommy iba a dispararle, pero Bruno le cede varios golpes para que soltara su arma, así que también le pega unos puñetazos, pero Tommy recibe más y con mayor fuerza. Robert le dispara y Bruno como respuesta le hiere la mano al lanzarle un cuchillo de combate. Lylian observa el rostro de Bruno y se exalta.
— No puede ser... ¡¿TÚ?!
— ¡Lylian... ¿Lo conoces?! — dijo Tommy al reponerse de los golpes.
— Si... Él era el sargento de la escuela militar y... mi ex novio...
— ¡¿QUÉ?! — dijo Tommy.
— Ya era tiempo de que volviéramos a encontrarnos...
— ¡¿Qué haces aquí y porqué justo un día antes de que saliera de la militarizada desapareciste del lugar?!
— Al parecer aún no lo comprendes. Sólo te use para sacarte la información que necesitábamos y al conseguirla ya no tenía nada más que hacer ahí.
— ¿Información? ¡¿A qué te refieres con eso?!
— Gracias a ti supimos sobre la llegada del Coronel a la ciudad. Al igual que tu querido novio de mierda, causaste la muerte de tu padre.
— ¡Maldito, esto no se va a quedar así!
— ¡Espera Lylian ¿Qué intentas hacer?!
— ¡Lo que debí hacer desde el momento en que lo conocí! ¡Matarlo!
Tommy intenta detenerla, pero ella lo quita de su camino. Bruno esquiva algunos ataques, pero de repente recibe una patada en la quijada. Enseguida Lylian le hace un deslice y cae. Desde el suelo él le hace la misma técnica, pero mantiene el equilibrio. Bruno al levantarse le suelta varios golpes y Lylian cae tras recibir algunos. Tommy intenta atacarlo, pero Bruno lo detiene y le pega un golpe de gancho, dos puletazos y una fuerte patada. Lylian aprovecha su distracción y le pega una patada en el rostro, un puñetazo en el estomago y lo somete a un agarre de brazo para hacerlo girar sobre sí mismo y derribarlo. Bruno gira hacia atrás para levantarse y al llegar de imprevisto hasta ella, la carga del cuello. Tommy vuelve a intervenir, pero Bruno le da un tremendo puñetazo.
— Hasta aquí llegaste.
— No lo creo...
Lylian lo patea y da una voltereta. Bruno iba a golpearla, pero por detrás alguien le toca el hombro. Voltea y se escucha un disparo. La bala penetra su pecho y Bruno cae mientras Tommy baja una MP5.
Chapter XXVII: Higher than hope
Lylian toma aire y Robert hace volver en si a Pete. Este al despertar usa su inhalador.
— Lylian ¿Estas bien? — pregunto Tommy.
— Si... no te… — pierde el equilibrio y la cacha.
— ¡Ey, Lylian! ¡¿Segura que estas bien?!
— Si, solo fue un pequeño mareo, no te preocupes…
— ¡¿Oye Tommy porque no hiciste eso desde un principio?! — grito Robert al señalar a Bruno.
— ¡Porque apenas encontre un arma cerca y con munición!
— Bueno, hay que encargarnos de ese desgraciado.
Bruno a duras penas intenta levantarse, pero Lylian le pone el pie encima. Ella le arrebata la MP5 a Tommy y le apunta, pero él la detiene y hace que baje el arma.
— ¡¿Qué haces?!
— Primero tenemos que hacerlo hablar y después ya si quieres lo matas.
— ¿Para qué?
— Para saber que mas planean y donde se esconde ese tal Bayno.
— Está bien. Pero creo que ahora ni puede hablar, míralo.
Minutos después el FBI arriba el lugar y los reporteros los entrevistan. El forense cubre los cuerpos, los sobrevivientes son subidos a las ambulancias y 7 FIRE son arrestados. Tommy se encamina a la ambulancia donde unos paramédicos atendían a Damián.
— ¿Cómo se encuentran? — pregunto Tommy.
— Mucho mejor. Solo tenemos uno que otro golpecito, pero nada grave. El que nos preocupa es el niño. — contesto Lylian.
— Listo. No será necesario hospitalizarlo, solo es cuestión de que esté en reposo y lo lleve a curación cada tres días. — le dijo el paramédico a Pete.
— Bueno, en ese caso yo me encargare.
Pete carga a Damián y lo pone sobre un coche.
— Así que Bruno tenía un hijo. Quien iba a decirlo, hasta en eso me engaño. No puedo creerlo… — dijo molesta Lylian.
— Si, pero yo nunca lo he considerado como un padre. Les agradezco tanto que me hayan salvado de él, sobre todo tu Pete, lo has hecho dos veces. — dijo Damián y lo abraza.
— No hay nada que agradecer.
— Tommy. — dijo Robert al llegar. — Ya llevaron a ese tipo al hospital y en cuanto lo curen, será trasladado a la comisaría de Downtown para interrogarlo. Por ahora solo les pido que esperen y no se metan en más problemas para no complicar la situación. Yo moveré las cosas por acá.
— Está bien, gracias Robert. Bien, tenemos que irnos.
— ¿Y a dónde? — pregunto Lylian.
— Estoy pensando…
— Podemos ir a la casa de mi hermana. Nadie sabrá que estaremos ahí. — dijo Phil.
— Pues que no se diga más. Vamos para allá.
— Bien, si quieren yo los llevo. — dijo Robert.
Phil y Tommy suben al Patriot mientras que los demás abordan la patrulla. Ambos vehículos se marchan.
— Disculpe ¿Por qué ayuda mucho a Tommy en un problema de esta magnitud? Fuera otro, ya nos hubiera encerrado tras las rejas. — pregunto Lylian.
— Le devuelvo algunos favores. Por ejemplo, una vez unos sicarios me querían muerto por mandar a su jefe a la sombra y él los borro del mapa. Además tiene algunos tratos con mis superiores.
— Entiendo.
Llegan a Little Havana. Phil aparca su coche en el garaje y toca el timbre de la casa.
— Bueno, ya cumplí con mi parte. Me voy. — dijo Robert.
— Gracias. Al rato te veo en la comisaria.
— Hasta pronto. — sube a la patrulla y se marcha.
Mary-Jo Cassidy abre la puerta.
— Phil ¿Qué quieres? ¡Ya viste la hora que es! ¿Y quiénes son ellos? ¡¿Y porqué estacionas tu mugre coche en mi garaje?!
— Tranquila mujer, son amigos míos. Necesito pedirte un favor. ¿Puedes alojarlos un tiempo aquí mientras mi amigo Tommy arregla unos problemillas?
— ¡¿Cómo se te ocurre que meteré a unos extraños a mi... — Tommy le enseña un fajazo de dólares. — ¡Pero claro que pueden quedarse, vamos pasen, están en su casa!
Entran. Phil se recuesta en el sofá, Lylian toma asiento en una silla, Pete al pedirle permiso a Mary-Jo, recuesta a Damián en una cama y Tommy le da el dinero a Mary-Jo.
— Bueno supongo que aquí estarán seguros. Tengo que irme, hasta pronto. — dijo Tommy y se marcha.
— Mary ¿Que hay de comer? Me muero de hambre. — pregunto Phil.
— Todavía de colado, pediche. Ahí fíjate en la nevera que hay y tú prepárate de comer, no soy tu criada.
— Ah, que mala, Louise era más amable…
Tommy al arreglar unos asuntos en la ciudad, se dirige a la comisaría de Downtown. Ahí, entra a la oficina de Robert.
— Tommy, hola.
— ¿Ya empezaste a movilizar esto?
— Si. No te preocupes por lo demás, el alcalde sigue cubriéndonos gracias al chantaje que le hiciste hace unos meses. En cuanto a Lance, al parecer no fue él quien ordeno lo de hace horas. Su paradero sigue desconocido y sus imperios ya los hemos decomisado. Creí que ya estaban extintos, pero al parecer pudo reiniciarlos.
— Bueno, ya no tendré competencia...
— Por otra parte, el tipo al que le disparaste, aparece como "Muerto en combate" en la lista de soldados de la Guerra de Vietnam ¿Puedes creerlo? Es por eso que no tiene historial.
— Vaya cosa. ¿Qué más sabes?
— Por el momento es todo. Ahora me puedes explicar ¿Porqué tienes a estos tipos tratando de aniquilarte?
— Resulta que Lance estaba implicado con un tal Bayno Sindacco y con ese tal Bruno. Con un plan que diseñaron, quieren deshacerse de mí y quedarse con todo lo que tengo.
— Un mafioso, un psicópata y un ex-soldado, vaya mierda que traes encima. Así que ellos también son responsables de todo lo que ha pasado. Bueno con eso será suficiente para mandarlos a la sombra por un largo tiempo.
— Claro, sino es que antes los mato.
En la casa de Mary-Jo, en la sala Pete y Phil echaban una siesta y Lylian le hacía compañía a Damián.
— Entonces se hizo pasar por el sargento. Ahora entiendo porque en ese entonces estaba fuera. Aunque para mí era mejor.
— Pero mira que golpes traes ¿Él te hizo esto?
— La mayoría sí.
— ¡Maldito! ¡¿Cómo se atreve a hacerle esto a su propio hijo?!
— Al menos ya no estaré con él. Soy libre.
— ¿Y tu madre no hacía nada?
— La verdad no se quién sea. Bruno me decía que era una puta que contrato una noche de rock n’ roll, sexo y drogas, pero que le dejo el encargo al descubrir que él era el padre. Solo recuerdo que cuando estaba más pequeño, una señora me llevo a una casa, platico con él a gritos y me dejo ahí botado. Él siempre me trato como un animal y lo peor era cuando se emborrachaba o drogaba. No escape porque no sabía a dónde ir.
— Pero ¿No tenias a alguien que te ayudara? No sé, como un familiar, un amigo…
— No. Bruno al parecer no tiene familia. Amigos nunca hice porque tenia miedo a que los matara.
— Ay, no puede ser. Entonces supongo que no ibas a la escuela.
— No. Yo siempre quise ir, pero me lo prohibía. Así que tuve que aprender varias cosas por mi cuenta.
— ¿Y cómo es que no te mato desde antes?
— Supongo porque me vio provecho. Un día estaba tan borracho e intento hacerlo, pero cuando vio el primer radar que construí cambio de idea.
— Vaya vida que has tenido, pero ya estas a salvo. Te prometo que no la volverás a sufrir y haremos pagar a ese maldito por todo lo que ha hecho, eso corre por mi cuenta.
— Gracias.
Continua en Historias: Grand Theft Auto: Vice City Returns "File 5"