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Recuerdos de Las Venturas[]
En la Comisaría de Washington Beach, había varias personas hablando con los agentes de la sala.
Greek: ¿Han terminado de ver el vídeo?
Sonny: Sí, una auténtica exposición de cómo no robar un casino.
Greek: Soy el agente especial Greek del FBI en Nevada y tengo que informarles de un asunto urgente. El helicóptero con el que escaparon ha sido registrado hace poco aquí, en Vice City, por lo tanto, creemos que la banda se esconce aquí.
Sonny: ¿No podrían haber elegido otro sitio?
Greek: No se lo toma en serio. Uno de ellos, Othis, murió en el tiroteo. Tiraron su cuerpo desde el Chopper y hemos tenido constancia de que Michael Bars ha pagado el alquiler de su barco y se ha marchado Dios sabe adónde.
Rafael: ¿Y qué hay del resto de la banda?
Greek puso unas fotos en el tablón.
Greek: Este es Frank Murfight, ustedes deben conocerle, dado que le arrestaron por posesión de cocaína en el 81. Es un psicópata, y el cerebro de la banda. En el vídeo es el que usa la SPAS 12. El piloto se llama Jack Spawner, otro pieza, condenado en el 79 por agresión. El que iba de rojo es Joseph Savage, y el de azul, Hank Arzaria, ambos atracadores habituales. Los cuatro son asesinos, despiadados.
Rafael: ¿Y dicen que Bars se acaba de marchar en su barco?
Greek: Acababa de salir de la cárcel. Es obvio que buscaba retirarse y ha desaparecido del mapa.
Sonny: Si ha cogido un barco, puede haberse marchado al Caribe. No le encontrarán jamás.
Teniente Castillo: ¿Por cuánto tiempo cree que se refugiarán aquí?
Greek: No lo sé. Sólo sé que no pude derribar ese maldito helicóptero en Las Venturas hace dos semanas, pero recomiendo que la policía local vaya plasmando carteles de se busca. No subestimen a esos hombres. Son muy peligrosos. Teniente Castillo, muchas gracias por su colaboración, debo irme a presentar mi informe.
Greek y su gente se marcharon de la comisaría.
Sonny: Bueno, ahora, a esperar a que salgan.
Teniente Castillo: Greek ha informado en todas las comisarías. De todas formas, no es cosa nuestra. Continuaremos con nuestro trabajo como es habitual. Si tienen información relevante acerca de la banda, contacten con el FBI, son los que llevan el caso.
Sonny (poniendo una cómica mueca y encogiéndose de hombros): ¿Y si nos cruzamos... casualmente con ellos y nos disparan?
Teniente Castillo: Usted verá.
Sonny y Rafael salieron de la comisaría y se montaron en el Stinger negro del primero. Mientras cruzaban la ciudad, los dos agentes se pusieron a hablar.
Rafael: ¿Conocías a Frank Murfight?
Sonny: Sí. Tenía muy malas pulgas, disparaba contra todo lo que se movía. Era un atracador callejero y un matón a sueldo, y le pillamos consumiendo cocaína hace cinco años, aunque no le cayeron más que unos meses. Luego desapareció de Florida y hasta ahora, nadie supo más de él.
Rafael: Pues ahora, a esperar a que salgan y se dejen ver.
Sonny: Siempre nos toca a nosotros meternos en cualquier desaguisado. Ya verás cómo al final, nos tocará enfrentarnos a ellos por cualquier chorrada.
Rafael: Así es la vida. Mientras tanto, podemos ir matando el tiempo. ¿Te sabes algún chiste?
Sonny: Ahí va uno de rubias. Va una rubia y le pregunta a otra: "Oye, ¿cómo se escribe metralleta?" La otra le contesta: "Cómo suena", y la rubia dice: "Ah, RA-TA-TA"
Rafael: Qué malo.
Sonny: Supéralo.
Rafael: De acuerdo. Está Pancho Villa y sus comandantes jugando a las cartas cuando el jefe se levanta y dice:
Pancho Villa: Bueno manitos vamos a jugar al Currusco.
Comandante: Pero mi general ¿qué es currusco?
Pancho Villa: Nah manito pongan todos diez mil pesos y vamos a jugar al Currusco. - Todos ponen los diez mil pesos cogen sus cartas - Muéstrenlas. - Todos muestran las cartas - ¡Currusco! - dijo mientras se apropiaba del dinero - Ahora todos pongan diez mil pesos y vamos a jugar al Currusco - Tras mostrar las cartas otra vez, Pancho Villa vuelve a llevarse el dinero mientras decía: ¡Currusco!
Entonces, uno de los comandantes avispados se dio cuenta del truco y al mostrar las cartas, rodea el dinero diciendo: ¡Currusco!, pero Pancho le dio un golpecito a la mano del comandante y rodeó el dinero:
Pancho Villa: Quiero manito, ¡Re-Currusco!
Sonny: Eso entra en la categoría de patético.
Rafael: Pues venga, te toca.
Sonny: De acuerdo... tú y yo caemos por un precicipio. ¿Quién se esnafra antes?
Rafael: No sé. ¿Tú, por que eres más gordo?
Sonny: Yo por que tú tienes que preguntar la dirección.
Rafael: Ja-ja-ja... Van dos fulanas en una moto y se cae tu madre, no te fastidia...
Sonny: Oye, un respeto.
Rafael: Pero si has empezado tú...
Sonny: Pero soy el que tiene el coche y el que te puede bajar de una patada.
Rafael: Ya recurrimos a la violencia...
Sonny: Estamos tan aburridos que Switek ha propuesto una timba de póker en la comisaría.
Rafael: ¿Vas a ir?
Sonny: Bueno, supongo que será divertido sacarle a Stan algo de dinero.
Rafael: ¿Y mientras tanto?
Sonny: Tengo hambre. ¿Vamos al bar de María?
Rafael: Poco a poco se ha convertido ese en un bar de polis.
Sonny: Es lo que toca...
Varias horas después, en las afueras de Vice City, Jack Spawner y Frank Murfight caminaban por una zona alejada y tranquila.
Frank: Un útimo golpe y podremos retirarnos para siempre.
Jack: Lástima que Michael haya querido marcharse en su barco.
Frank: Es un blando. De todas formas, mejor, así somos menos a repartir.
Jack: El dinero de la alta sociedad de Vice City... un golpe casi tan gordo como el del Casino.
Frank: De todas formas, he visto carteles con nuestras caras. Mejor no nos dejemos ver hasta el atraco.
Jack: Entonces, mañana a las 16:00 horas.
Frank: Nos recogerás en el tejado a y cuarto. ¿Has conseguido las armas?
Jack: Sí.
Frank y Jack entraron en la caseta donde se refugiaba el resto de la banda y el segundo sacó unas bolsas.
Jack: He traído una M249, M16A2 y tu favorita, Frank, la SPAS 12. Con esto tenemos un buen material. Yo me quedaré con la Ingram Mac-10.
Joseph: Cojonudo, entonces.
Hank (cogiendo la M249): Tengo unas ganas de probar este cacharro...
Jack: El atraco deberá ser rápido, no quiero otra carnicería como en el Casino. Si pitan la alarma, toda la policía de Vice City rodeará el edificio.
Hank: Jack, te queremos a la hora. No te retrases como la otra vez.
Frank: Oye, estúpido, Jack ha tapado más mierda de la que habrás cagado tú en toda tu vida, y es nuestro billete de salida.
Hank: Por eso mismo. No quiero estar con el culo al aire en medio de un tiroteo con la policía.
Jack: Estaré allí, pero no vuelvas a dudar de mi palabra, cretino.
Joseph: ¿Vamos a atracar un banco o a pelearnos entre nosotros?
Frank: Tú también cierra la bocaza. Repasemos el plan, a las 16:00 entramos en el banco, cogemos todo lo que haya y en quince minutos, Jack aterriza con el Maverick en el tejado. Luego, no sé vosotros, pero yo me iré al Caribe, a disfrutar del Sol.
Hank: La única mierda es que estamos en el Estado del Amanecer y no he podido ver a las chicas en las playas.
Jack: Eres libre de irte.
Frank: De aquí no se va nadie hasta que hayamos termiando el trabajo. Luego que cada uno haga lo que quiera, pero que ninguno de vosotros, capullos se deje ver o todo se irá a la mierda.
Joseph: ¿No confías en nosotros, Murf?
Frank: No. Sólo me fío de Jack. Vosotros, aguantaros hasta mañana para hacer lo que se os antoje. ¿Entendido?
Era de noche y en la comisaría de Washington Beach, Switek, Zito, Sonny y Rafael estaban preparando una mesa y las fichas para jugar al póker.
Stan: ¿Preparados para quedaros pobres?
Sonny: A mí me da igual, yo vivo de prestado. Seguiré conservando mi barco, mi Stinger y mis trajes.
Rafael: Pues quizá tengas que pagar en bienes...
Sonny: No lo verán tus ojos.
Entonces, se acercó el Teniente Castillo.
Teniente Castillo: ¿Qué es esto?
Switek: Ah, Teniente, verá, es que hemos pensado... que como no hay mucho trabajo... podríamos jugar una timba de póker mientras... surge algo...
El Teniente los miró a todos fríamente.
Teniente Castillo: ¿Puedo jugar?
Habían pasado veinte minutos de partida al descubierto. Resultaba que a Castillo era imposible predecirle las jugadas, dado que conservaba la misma expresión fría e insondable ganara o perdiera, aunque de momento, le iba bastante bien en la partida. Rafael en ocasiones delataba cuándo le habían tocado malas cartas, mientras que Switek todo lo contrario, sonreía con malicia cada vez que le tocaba algo bueno. A Zito le estaba costando el juego, pero quien llevaba todas las de perder era Sonny, a quien le habían estado ganando todas las apuestas y se quedaba sin fichas.
Castillo: La veo.
Switek: La veo. Hablas tú, Sonny.
Sonny: Yo... la veo - y puso diez más.
Zito: Me retiro.
Rafael: Elevo a cincuenta.
Sonny se mordió los dientes mientras Rafael colocaba en la apuesta una ficha de cincuenta y añadían la cuarta carta.
Castillo: Igualo.
Switek: Vaya, paso.
Sonny: Igualo.
Rafael: Cincuenta más.
Switek colocó la quinta carta al descubierto en la mesa.
Castillo: Cien - dijo mientras colocaba una ficha de cien en la apuesta.
Sonny: Pues... que sean cien...
Rafael: Igualo.
Switek: Hora de ver las cartas.
Castillo, Sonny y Rafael mostraron las dos cartas que tenían cada uno.
Switek: Vale, veamos... Rafael, tienes pareja de reyes, carta más alta, rey; Sonny tiene una doble pareja de sotas y caballos, carta más alta, caballo. Teniente, usted tiene un Full.
Sonny y Rafael hicieron muecas cuando Castillo se apropió de las fichas y comenzó la nueva ronda. Switek repartió a cada jugador dos cartas. Castillo, como siempre, imperturbable.
Switek: Teniente, empieza usted, la obligatoria.
Castillo: Diez.
Todos igualaron su apuesta y se colocaron las tres cartas al descubierto en el centro de juego.
Castillo: Paso.
Todos se sorprendieron ante la retirada del Teniente, quien mostró sus cartas. El resto, continuó jugando hasta que quedaron Zito y Rafael en última instancia.
Switek: Mano a mano. Mostradlas. - Zito y Rafael mostraron sus cartas - Bien, Rafael escalera de color. Gana.
Rafael se apropió de su minifortuna mientras Switek volvía a repartir. La partida avanzaba y de momento, Castillo estaba desbancando al resto. Rafael era el segundo con más dinero, aunque no se acercaba mucho al Teniente. Finalmente, tras repartir por enésima vez, Switek repartió las cartas y se colocaron las tres bocaarriba. Eran un dos, tres y cuatro de picas. Sonny vio sus cartas y vio que tenía un cinco y un seis de picas, por lo que sonrió brevemente.
Switek: Sonny, hablas tú.
Sonny echó una de cincuenta con la cabeza muy alta. Zito inmediatamente pasó y Rafael igualó la apuesta.
Castillo: Que sean cien.
Switek: Pues cien.
Sonny: Doscientos.
Rafael: Igualo.
Castillo: Trescientos.
Switek: Pues qué narices, trescientos - aunque no se le vía muy convencido.
Cuarta carta.
Sonny: Quinientos.
Rafael: La veo.
Castillo: Quinientos cincuenta.
Switek: A la porra, paso.
Quinta carta.
Sonny: Uno menos. Seiscientos.
Rafael: Seiscientos.
Pero en ese momento, Castillo hizo su jugada maestra.
Castillo: Envido.
Sonny: Yo también.
Rafael dudó por un momento, dado que la alta apuesta le asustaba. Decidió pasar.
Sonny: ¿Seguro? El lote merece la pena.
Switek: Mano a mano. Habrá que mostrar.
Sonny mostró sus cartas.
Switek: Del dos al seis. Escalera de color.
Sonny (levantándose para celebrarlo): Sí. Lo siento Teniente... -dijo mientras alzaba sus manos a las fichas.
Teniente Castillo: No lo creo, Sonny...
Switek: Vaya, del As al cinco. Escalera de color. Carta más alta, el As.
Castillo alargó sus brazos ante las fichas, ante un pálido Sonny que no se lo acababa de creer. En ese momento, Sonny alargó sus manos a las fichas.
Sonny: ¡Currusco! - dijo mientras atrajo todas sus fichas para sí. Aquella acción desató la risa de todos los presentes, salvo la del Teniente, que no mostraba ni un ápice de expresión mientras Sonny se encogía de hombros y el resto se partían de la risa - Es un chiste... Teniente...
Rafael: Sonny... no...
Cuando la partida terminó, el Teniente Castillo había resultado vencedor llevándose hasta el último centavo y se fue a su casa, mientras que los cuatro policías seguían reunidos allí.
Rafael: Nos ha dado una paliza nuestro propio Teniente. Esto es humillante.
Sonny: No volveré a jugar al póker en mi vida. Muchas gracias, Stan...
Switek: Oye, no es culpa mía...
Entonces, Zito sacó varias botellas de Whisky y les sirvió a los policías.
Zito: ¿Por nosotros, chicos?
Todos: Por nosotros.
Todos brindaron y bebieron un trago.
Sonny: Por Eddie Rivera.
Switek: Por Lou Rodríguez.
Rafael: Por Claudie.
Zito: Por Perkins y Simmons.
Todos volvieron a brindar por ellos.
Switek: Hemos tenido muy buenos compañeros...
Rafael: ...y muchos enemigos...
Switek: ¿Cuáles de ellos han sido para vosotros los peores?
Rafael: Calderón.
Sonny: Hay muchos donde elegir. Tenemos a Miguel del Río, el que mató a Claudie con una motosierra.
Rafael: Un auténtico salvaje. Recuerdo esa escena en el Apartamento 3C como si hubiera pasado ayer.
Sonny: Por otro lado, tenemos a Frank Hackman.
Rafael: ¿Y ese quién es?
Sonny: Ese hombre era el mal en persona.
Switek: Le recuerdo. En 1980 mató a un colega nuestro, Zorn, y le atrapamos en el 82.
Sonny: Le condenaron a la silla eléctrica, todavía está a la espera de cumplir los diez años antes de su ejecución.
Rafael: Yo todavía tengo muy presente a Juárez.
Switek: Es cierto, todos estábamos en tensión cuando el comando secuestró el avión. No sabíamos si estábaios allí, si estábais muertos... dios, qué estrés...
Sonny: Mató a una niña de once años con una navaja.
Zito: Yo recuerdo ese robo del Hunter, ¿cómo se llamaba?
Rafael: Victor Vance. Y ese tiroteo con los hombres de Ricardo Díaz.
Sonny: Allí cayeron Perkins y Simmons, y Forbes antes que ellos. De todas formas, todavía queda Raphael García Fernández.
Rafael: ¿Qué crees que ha sido de él?
Sonny: No quiero saberlo. No quiero volver a oir nada relacionado con él.
Switek: ¿Y ese tipo que obligaba a su hija a acostarse con él?
Sonny: No me recuerdes a ese. Silva.
Rafael: Otro caso que estuvo difícil fue el de los Revilla, en Liberty City. Estábamos solos, sin apoyo, contra todo un grupo de narcos.
Sonny: De todas formas me he dado cuenta de una cosa, el más malo no es aquel que mata más gente y es más violento, sino el más malo es el que tiene la cabeza fría y usa su inteligencia. Un niño en las favelas de Brasil, hace lo que ve, pero una persona con educación con cultura y con intenciones, ese es el verdadero malo, no todos esos matones de los suburbios.
Rafael: Pero vamos a ver, ¿qué hacemos hablando de estas cosas? Se supone que estamos de fiesta, ¿no? Pues a divertirse.
Tras unas copas más, todos acabaron borrachos. Zito se quedó dormido en el suelo, mientras que Rafael empezaba a bailar por encima de las mesas y Switek le tiraba cacahuetes. Sonny no paraba de reírse sin venir a cuento y soltar chistes malos.
A la mañana siguiente, entraron el Teniente Castillo, Gina y Trudy.
Gina: Por dios...
Trudy: Qué indecencia...
Castillo escudriñaba la escena, en la que cuatro de sus agentes estaban despatarrados por los suelos, con varias manchas de bebida en sus ropas y en la comisaría, así como en las paredes. A los cuatro le costaba levantarse.
Teniente Castillo: Quiero todo esto limpio y recogido en menos de media hora. Ya pueden empezar - dijo, sin mudar la expresión mientras iba a su despacho.
Los cuatro se quejaron.
Gina: Venga, arriba arriba, vagos...
Sonny: Gina, por lo que más quieras, no grites... - dijo mientras se agarraba la cabeza.
Rafael: ¿Nos ayudás un poquito?
Trudy: Ni hablar...
Los cuatro resacosos se levantaron con dificultad. Sonny trató de apoyarse en una silla, pero acabó cayéndose al suelo. Gina y Trudy no se rieron, sino que contemplaban la escena con un sentimiento de vergüenza ajena.
Un rato después, y tras haber limpiado y ordenado la comisaría, Sonny y Rafael veían los vídeos de las cámaras del atraco al casino de Las Venturas.
Rafael: ¿Por qué Elvis? ¿Por qué se disfrazaron de Elvis?
Sonny: En Las Venturas hay muchos imitadores del rey, y durante una noche, en muchos casinos se celebra una noche en su honor, en la cuál, muchos imitadores, fans y demás se disfrazan de Elvis para hacerle un homenaje, ya sabes, por eso de que el Rey no ha muerto...
Rafael: Y se pasea como un zombie por ahí... Mira esto... - Rafael le enseñó un recorte de periódico a Sonny.
Sonny: Leyendas urbanas de fanáticos...
Rafael: Ahora que me fijo en el vídeo y en otras fotos de Frank Murfight, he visto que él actuaba cantando las canciones de Elvis en su colegio.
Sonny: ¿Fue al colegio?
Rafael: Por lo que he indagado, sus patillas no son falsas, y se parecen mucho a las del propio Elvis.
Sonny: ¿Adónde quieres llegar a parar?
Rafael: Se hicieron numerosos estudios con madres de niños que aseguraban que estos eran hijos de Elvis. La mayoría fueron rechazados, claro. Pero en el caso de Murfight... quedó como posible hijo del Rey. De hecho, su madre, Anna Murfight, hizo varias declaraciones en la prensa después de morir Presley.
Sonny: Curioso, ahora tenemos que perseguir al supuesto hijo de Elvis Presley...
Rafael: El rey del crimen.
Sonny: Más quisiera.
Rafael: Quizá para él, el asalto al Casino fue algo simbólico, algo más que un simple trabajo.
Sonny: La cuestión es... ¿dónde va a actuar ahora? Esta ciudad tiene varios centros comerciales, multitud de mansiones, bancos, tiendas...
Rafael: Y nadie le ha visto.
Sonny: Seguramente se esconderá en los suburbios o en las afueras. Si registraron el helicóptero hasta aquí, es que planean un golpe. La cuestión es... ¿dónde?
Rafael: De todas formas... dado cómo quedó el Casino, si ataca aquí lo sabremos enseguida.
Sonny: Repasémoslo todo. Murfight y su banda asaltan un casino a tiros. Lo destrozan todo y Jack Spawner los recoge en helicóptero. Ottis muere en la refriega y Michael Bars aprovecha que vienen aquí para marcharse en un barco que tenía alquilado en los muelles. Por lo tanto, a no ser que hayan contratado a un hombre más, nos enfrentamos a tres tiradores y a un piloto de helicópteros que les recogerá dónde sea.
Rafael: Hay muchos helicópteros en Vice City. No podemos ir parando a todos los pilotos cada día esperando que uno de ellos sea Murfight.
Sonny: No lo usarán hasta el momento del atraco, pero admítelo, es una buena vía de escape, por el aire...
Rafael: Sí. Es una forma segura, pero he oído que el FBI tiene preparado un helicóptero con tiradores de élite preparado para actuar. Parece que esto va en serio.
Sonny: Si el los federales se propone acabar con alguien, suelen conseguirlo, además, Murfight los ha tenido en jaque durante dos años, cometiendo atracos y asesiantos en varios estados, no me extraña que quieran acabar ya con él.
Rafael: Pero tal y como está la lucha contra el crimen, siempre habrá un Frank Murfight, un Raphael, un Calderón... siempre habrá sustitutos para cada personaje.
En ese momento, Sonny recibió una llamada.
Sonny: Cougan.
Tucker: Soy Tom.
Sonny: Hola, ¿a vosotros también os han hablado de Murfight?
Tucker: Sí, quería comentártelo. Al parecer ha habido un gran revuelo en el FBI.
Sonny: Normal, ¿has visto su ficha?
Tucker: Ahora mismo la tengo delante, aunque creo que se ha superado con ese asalto al Casino.
Sonny: Supongo.
Tucker: ¿Vosotros habéis hecho un plan o algo así?
Sonny: Prácticamente, esperando a que decida salir. La policía local está peinando la ciudad, pero alguien como Murfight no se deja ver si él no quiere, y si alguien le ve, más le vale ser un héroe del revólver o estará muerto en cuestión de milisegundos.
Tucker: Sí. Bueno, sólo te llamaba para decírtelo, por si teníais algo pensado.
Sonny: Lo siento, pero aquí tampoco tenemos anda. Cuídate amigo.
Tucker: Cuídate, Sonny.
Mientras tanto, en las afueras de Vice City, Jack le estaba echando combustible al helicóptero mientras Frank, Hank y Joseph comprobaban sus armas.
Joseph: Tambores de cien balas para el M16...
Frank: Ya sabemos que estás ilusionado con tu arma, pero para ya de darnos descripciones detalladas sobre ella, pesado...
Hank: Pues con mi juguetito puedo atravesar un coche de la poli como si fuera de papel...
Frank: Otro igual... ¿Queréis callaros de una maldita vez?
Frank salió de la caseta a fumar un cigarro y vio a Jack poniendo a punto el helicóptero.
Jack: ¿Qué te pasa ahora, Murf?
Frank: Tengo unas ganas de deshacerme de esos dos payasos...
Jack: Tienes que relajarte. Dentro de unas horas, todo será historia.
Frank: Estate allí a y cuarto, Jack.
Jack: Nunca te he fallado. Ahora, tranquilízate un poco, hombre.
Frank no dijo nada y se marchó fumando su cigarro hacia la caseta.
Hank: La mia es más grande.
Joseph: El tamaño no importa, capullo, sino la fiabilidad del arma...
Hank: ¿Y qué sabes tú de armas?
Joseph: Sé que una ametralladora desperdiga las balas por todo el sitio sin dar al objetivo, un fusil está hecho para ser ligero y preciso...
Murfight se llevó una mano a la cabeza y prosiguió su paseo.
Mientras tanto, Sonny y Rafael estaban tomando unos cócteles en la playa.
Rafael: Curiosamente, desde que me he asentado aquí, no he tenido tiempo para ir a las playas tantas veces como hubiera querido.
Sonny: Bueno, una vez visto una, las has visto todas. Tampoco hay mucho que ver.
Rafael: No lo creo, Sonny...
Rafael fue a laventarse para hablar con las chicas, pero Sonny le agarró del brazo y le detuvo.
Sonny: Quieto Romeo. Estamos de servicio.
Rafael: Sí, de Vigilantes de la playa...
A Rafael le sonaron las tripas.
Sonny: Te he hecho un favor, no te has humillado a tí mismo delante de las chicas. Anda, vamos a comer algo...
Sonny y Rafael se levantaron y tras un viajecito en Stinger, se detuvieron ante un puesto de perritos calientes.
Frank: Es la hora. Coged las armas y al coche.
Joseph: ¿Y si nos para un poli?
Frank: Improvisa.
Jack: Buena suerte. Os recogeré en el tejado a las 16:15.
Frank: No me falles, Jack... - dijo mientras le hacía un gesto típico de Elvis a Jack.
Los tres atracadores se metieron en un Sentinel y se dirigieron a Vice City. Frank conducía hasta que llegaron al barrio de Little Havana, pero en ese momento, un Coche de policía les adelantó con la sirena puesta.
Joseph: ¿A dónde irán con tanta prisa?
Frank: Ni lo sé, ni me importa. Nosotros vamos a lo nuestro.
Frank aparcó delante de un imponente edificio bancario y los atracadores, tras ponerse las máscaras y cargar sus armas, entraron en el banco.
Atracadores: ¡ESTO ES UN ATRACO! ¡QUE NADIE MUEVA NI UN MÚSCULO!
Todos los presentes levantaron las manos. Hank y Joseph vigilaban a los rehenes con sus armas mientras que Murfight se dirigía al piso de arriba. Allí, un guardia de seguridad sacó un MP5 y disparó a Frank, quien se cubrió y posteriormente le destrozó el pecho con la SPAS 12. Murfight se dirigió a la Caja y puso un Explosivo plástico. Tras detonarlo, Murfight empezó a meter el dinero en las bolsas.
Mientras tanto, abajo, un empleado fue corriendo a poner la alarma, pero en el intento, fue tiroteado por la M249 de Hank, aunque demasiado tarde, ya que la alarma empezó a sonar y dos guardias de seguridad sacaron sus revólveres y abrieron fuego. Hank y Joseph casi no se movieron de posición y les dispararon unas ráfagas sin piedad.
Joseph: Mierda...
Hank: ¿ALGUIEN MÁS QUIERE HACERSE EL HÉROE?
Frank: ¡SÓLO TENÍAIS QUE VIGILAR! ¡ESTÚPIDOS PAYASOS!
Frank bajó al piso de abajo con varias bolsas a cuestas.
Frank: Josh, arriba y llena el resto.
Un Coche de policía llegó a la entrada del banco y Frank abrió la puerta del mismo, para dispararles con la SPAS 12. Los perdigones destrozaron inmediatamente los cristales y parte de la sirena del coche, mientras que los dos policías se cubrían tras él y devolvían el fuego con sus pistolas. No acertaron a Frank, quien disparó dos veces más y le sustituyó Hank, quien disparó intensamente con su ametralladora ligera al coche de policía, haciendo que los hombres de uniforme se escondieran tras él. Otro coche de policía llegaba por la carretera y Hank abrió fuego contra él, pinchando sus ruedas y haciendo arder el motor, provocando que finalmente dicho coche volcara en la carretera.
Sonny y Rafael iban en el Stinger cuando observaron aquello.
Sonny: Pero... ¿qué pasa aquí?
Sonny detuvo su coche y sacó su Colt 1911, mientras que Rafael sacó su recortada y ambos se acercaron al lugar donde Hank disparaba intensamente a los policías. Sonny y Rafael dispararon sus armas contra la puerta del banco, pero Hank se retiró del combate cerrando la puerta, la cual seguía recibiendo agujeros de bala por parte de los policías.
Frank: Mierda, faltan diez minutos y ahora esto... Hank, ve a la azotea, y de paso, dile a Joseph que baje aquí.
Poco después, llegaron dos Enforcer de los SWAT y un FBI Washington.
Federal: Soy el agente especial Waters. Creo que los tenemos.
Sonny: No les hemos podido ver la cara. No sabemos si se tratan de atracadores habituales.
Waters: No podemos arriesgarnos. He hecho venir a un helicóptero con tiradores. Debe estar al llegar.
Rafael: Sonny... esto va a acabar muy mal...
Sonny: ¿Llevas el Chaleco antibalas, Ralph?
Rafael: Sí, lo llevo.
Jefe SWAT: Agente Waters, no responden a nuestros intentos de comunicación.
En ese momento, llegó un helicóptero negro con un tirador en el lateral.
Waters: No hace falta.
Pero en la azotea del banco, llegó Hank y disparó contra el helicóptero del FBI, cuyo tirador lateral también respondió, pero el piloto decidió apartarse de su alcance.
Piloto: Waters, ese tío tiene una ametralladora, no podemos acercarnos. Perforaría el chásis.
Waters: Que entre el equipo SWAT. Tienen la orden de disparar sin previo aviso.
Varios SWAT dispararon sus granadas de humo autopropulsadas hacia los cristales del banco, llenando de humo el interior del mismo. Los SWAT, armados con MP5, entraron en el edificio. Fuera, pronto empezaron a oírse los disparos de numerosas armas en el interior del banco, donde Frank derribó a un SWAT con su SPAS, mientras que Joseph disparaba a lo loco con el fusil en medio de la estancia. Los SWAT se cubrieron detrás de los muebles y las mesas y abrieron fuego con sus subfusiles.
Las balas silbaban y cruzaban por todos lados y varios rehenes trataron de levantarse y escapar, pero en el intento, fueron alcanzados en el fuego cruzado.
SWAT 1: Alto el fuego, alto el fuego, civiles en peligro...
Cuando cayeron los primeros rehenes, aquello se convirtió en una situación bastante dramática en el momento en el cual se levantó el resto del personal para tratar de huir, mientras las balas destrozaban los cristales, agujereaba el inmueble y las paredes. Los rehenes trataron de escapar atropelladamente del banco.
SWAT 1: ¡APÁRTENSE, FUERA!
Debido a la gran cantidad de rehenes de por medio, los SWAT no pudieron abrir fuego mientras Frank y Joseph se escapaban por la escalera que conducía hacia arriba.
SWAT 1: Suben a los pisos superiores, síganlos...
Los SWAT trataron de abrirse paso entre toda esa gente hasta que llegaron las escaleras, las cuáles subieron en formación organizada hasta que Joseph trató de dispararles con el fusil desde un sector de escalera. Los SWAT se cubrieron mientras el atracador les lanzaba una granada de fragmentación. Los SWAT trataron de batirse en retirada, pero el artefacto hizo explosión, haciendo temblar el edificio y provocando que los SWAT bajaran rodando las escaleras. Dos de ellos trataban de levantarse, sin fuerzas para lograrlo.
Frank y Joseph llegaron con sus armas y bolsas de dinero a la azotea, donde Hank les esperaba.
Hank: Tienen un helicóptero con tipos armados. Los he alejado por el momento.
Frank: Faltan dos minutos...
Hank se acercó al borde de la azotea y se puso a disparar contra los vehículos policiales de ahí abajo. Los policías se cubrieron tras ellos mientras una intensa lluvia de balas caía sobre ellos. Las balas del M249 destrozaban las carrocerías, los cristales y los neumáticos de los vehículos, mientras los policías se agachaban o se tumbaban para evitar los disparos, aunque Hank lograba alcanzar a varios de ellos. Algunos SWAT que se encontraban fuera trataron de devolver el fuego apuntando desde detrás de los Enforcer, aunque aquello era inútil. Varios motores empezaron a arder bajo el fuego de ametralladora, hasta que al atracador se le acabó el cargador y se retiró del orde de la azotea mientras los policías se incorporaban y abrían fuego contra el propio borde, tratando en vano de alcanzar a un Hank que se alejaba ileso.
En ese momento, un helicóptero apareció por detrás del banco.
Frank: ¡Es Jack! ¡Vamos!
Jack aterrizó en la azotea y los tres atracadores entraron en el vehículo, cogiendo Frank el M16 con tambor de Joseph. El helicóptero despegó y se alejó del campo de batalla.
Waters: Águila 1, Murfight se marcha en el helicóptero. Ordeno persecución inmediata.
El helicóptero negro del FBI que antes se había retirado del combate pasó por encima de las cabezas de los policías para lanzarse en persecución de los atracadores.
Sonny: Bueno, nos quedamos en tierra.
En ese momento, Castillo y otro viejo policía aparecieron pilotando un Police Maverick de color verde.
Castillo: Suban.
Sonny y Rafael subieron al helicóptero, donde encontraron dos M16.
Sonny: Así que sabe pilotar...
Castillo: Agárrense...
Castillo elevó el Police Maverick y también se lanzó a perseguir a los atracadores.
Waters: Que los bomberos estén listos para actuar. Vamos, hay que seguirlos.
Jack escapaba por encima de la barriada de Little Haiti con el helicóptero federal detrás suya.
Federal: Aquí agentes federales. Aterricen inmediatamente o abriremos fuego. Es la última advertencia.
Murfight abrió la puerta lateral del helicóptero de Jack y disparó con el M16 a los federales. El tirador respondió con fuego de M60. Jack dio un viraje pronunciado hacia la derecha, mientras Frank y el federal trataban de derribarse el uno al otro. Castillo estaba llegando con el Police Maverick, viendo de lejos cómo se desarrollaba la persecución.
Sonny: Allí están...
Jack se dirigió a pleno Centro de la ciudad, seguido de cerca por los federales. Castillo decidió rodear el barrio por la derecha, remontando los mares intermedios en dirección norte.
Mientras tanto, Jack viraba de un edificio a otro, aunque el piloto de los federales era tenaz y lograba seguirlo entre tanto cambio de dirección. Jack se elevó para pasar por encima del Hyman Condo y una vez pasado, empezó a descender mientras viraba pronunciadamente hacia la carretera. Los federales seguían tras él mientras Spawner pasaba por encima de unos cables de alta tensión, a los cuáles Frank disparó con el fusil, haciéndo que se desengancharan del edificio próximo y quedaran a medio colgar por en medio.
Tirador: Cuidado, cuidado...
El helicóptero de los federales lo pasó por encima por poco y detuvo el vehículo en el aire. El piloto sudaba y Jack se había perdido entre los edificios.
Frank: Vámonos de aquí...
Jack se dirigió hacia el mar interior de Vice City, pero cuando se acercaba a la salida, se encontró de frente con el helicóptero de Castillo, quien giró el timón para que Rafael los tuviera a tiro. Jack giró hacia la derecha mientras Hank disparaba su M249 contra los policías, respondiendo Rafael con su M16, aunque ningún tirador acertó al otro y Jack volvió a sobrevolar Little Haiti. Castillo salió a perseguirlo, mientras que el helicóptero de los federales aparecía detrás suya.
Jack volaba a gran velocidad, pero al poco estuvo a punto de estrellarse contra un Dodo. Jack viró hacia su izquierda, mientras que el piloto de la avioneta también lo hizo por la suya. Frank observó que llevaba arrastrando un cartel que ponía "Elvis Zombie founded". Frank lo observó como hipnotizado mientras Jack sobrevolaba el puente.
Murfight vio que varios coches patrulla y un FBI Washington recorrían el puente a toda velocidad para perseguirlos desde tierra. Frank les apuntó con el fusil y empezó a disparar de forma semiautomática, logrando pincharle la rueda a un coche de policía, el cual derrapó por en medio del puente y al segundo era pasado por encima por otro coche patrulla. Los oficiales se detuvieron y desde su posición, abrieron fuego contra el helicóptero, el cual viró ligeramente hacia su izquierda.
Pronto, la panza del helicóptero de Jack recibió varios disparos. Murfight observó que dos lanchas Predator estaban persiguiéndolos desde el agua y en el morro de cada una, había un policía armado con un M16, el cual disparaba contra el helicóptero que trataba de escapar. Frank le cogió la M249 a Hank y disparó contra una de las lanchas, acribillando al tirador del morro y al propio piloto de la misma, haciendo que se detuviera en el agua. Tras eso, Frank disparó a la segunda embarcación, pero el piloto navegó hacia la izquierda para evitar recibir los tiros de Frank y el policía del morro seguía disparando con su fusil. Jack llegó a Vice Point y la Predator tuvo que detenerse.
En ese momento, el helicóptero de los federales pasó por encima de la hélice principal del helicóptero de los atracadores mientras Castillo se acercaba a ellos. Jack tomó dirección sur mientras los federales seguían detrás de él, y yendo en último lugar, Castillo.
Joseph: Jamás nos libraremos de ellos...
Frank: ¡Cállate!
Frank sacó nuevamente el M16 y disparó contra el helicóptero de los federales, el cual se desvió ligeramente hacia la izquierda y se detuvo en el aire, pero el tirador, con la M60 apuntó al rotor principal y disparó una certera e intensa ráfaga sobre él. Las balas dieron en el combustible y Jack agarraba el mando del helicóptero con fuerza.
Jack: Nos han dado en el rotor principal. No aguantaremos mucho más...
El helicóptero de Jack volaba con un cada vez menor control mientras que los federales y Castillo continuaban siguiéndolo, viendo que el vehículo perseguido empezaba a echar humo muy negro mientras pasaba por encima de Washington Beach.
Jack: Voy a aterrizar en esa azotea...
Jack agarró el mando con aún más fuerza y logró aterrizar el helicóptero en una de las azoteas de uno de los numerosos edificios. Murfight volvió a coger la M249, salió del helicóptero y disparó furiosamente contra el helicóptero federal, acertando al tirador y al tanque de combustible del vehículo, el cuál empezó a precipitarse sin control, cayendo sobre una piscina en la azotea de otro hotel, salpicándo salvajemente todo de agua.
Alex Shrub: ¿Qué mierda...?
Candy Suxxx: Vaya, qué emocionante...
En la otra azotea, los atracadores y Jack habían salido del helicóptero inutilizado. Murfight le pasó la M249 a Hank y le devolvió el fusil a Joseph, mientras que él sacó dos pistolas y Jack una Micro Uzi. El helicóptero comenzó a arder.
Frank: Mi dinero.... ¡MI DINERO...!
En eso, llegó el helicóptero de Castillo, con Sonny de tirador. Hank y Joseph abrieron fuego contra el helicóptero mientras Jack y Murfight trataban de escaparse hacia los pisos inferiores. Sonny abrió fuego con el M16 y acertó a Hank, quien cayó muerto al piso. Joseph siguió disparando al helicóptero, pero cuando se le acabaron las balas, echó a correr hacia la escalera de los pisos inferiores. Sonny trató de acertarle disparando una ráfaga, pero las balas daban en el suelo de la azotea mientras Joseph corría hacia la escalera, llegando sano y salvo.
Castillo aterrizó el helicóptero y sacó su Magnum 44, mientras que Sonny sacó su pistola. Castillo se dirigió al copiloto.
Castillo: Vuele alrededor del edificio. Turner, dispare a los atracadores en cuanto les vea.
El copiloto pasó a pilotar el helicóptero, el cuál llevaba a Rafael de tirador y empezó a volar por el resto del edificio, mientras Castillo y Sonny entraban en el interior del edificio bajando las escaleras.
Castillo: Dividámonos. Usted por la izquierda, yo por la derecha.
Mientras Castillo y Sonny se dividían, el piloto seguía rodeando el edificio mientras Rafael observaba con el fusil en ristre en busca de enemigos. De repente, Joseph disparó al cristal del edificio tras el cual se encontraba volando el helicóptero de Turner, quien respondió con fuego intenso de fusil hacia el interior del edificio. Joseph siguió disparando hasta que su arma se encasquilló...
Joseph: Qué mierda...
Rafael seguía disparando, por lo que Joseph echó a correr el pasillo mientras Rafael destrozaba a tiros todos los cristales del edificio mientras intentaba alacanzar a Joseph, quien corría como un desesperado. Finalmente, Rafael le acertó en una pierna, pero Joseph perdió el equilibrio y se precipitó contra uno de los cristales, destrozándolo y cayendo fuera del edificio, en dirección vertical al suelo.
Rafael: Aquí Rafael, uno ha caído. Seguiremos sobrevolando.
Mientras tanto, dentro del edificio, Sonny avanzaba cautelosamente con la pistola hasta que Jack apareció de repente con la Micro Uzi. Sonny no reaccionó a tiempo y Jack le disparó una ráfaga al pecho, haciendo que el policía cayera al suelo, aunque todavía pudo apuntar con su pistola con las dos manos y coser a tiros al piloto, el cual retrocedía bruscamente al recibir los impactos de bala hasta que se estrelló de espaldas contra la puerta de un cubículo situado detrás suyo. Sonny se levantó, respirando con dificultad, por lo que se quitó el chaleco para poder tomar aire.
Tras respirar hondo, apareció Frank Murfight disparando sus dos pistolas. Sonny rodó hacia el cubículo y cogió la Micro Uzi de Jack para contraatacar. Frank se cubrió tras una columna mientras que sacaba sus dos manos y continuaba disparando. La metralleta de Sonny quedose sin munición, por lo que este trató de recargar su pistola, aunque el atracador entró en ese momento disparando, aunque Sonny rodó por la otra puerta del cubículo, entrando a otro diferente, donde esta vez sí pudo recargar su pistola y devolver el fuego a Murfight, quien se cubrió tras una pared del otro cubículo y lanzó una granada de fragmentación. Sonny se echó al suelo en el momento en que el aparato provocó una potente explosión.
Sonny se quedó sordo por unos instantes, mientras que delante suya, sólo había humo. Había perdido su arma y se encontraba desorientado. Desde detrás de la humareda, Sonny recibió un disparo en el hombro izquierdo, pero no vio a Frank. Sonny se tapó el hombro con la mano derecha mientras se arrastraba por aquel cubículo hasta que dio de espaldas contra una pared. Frank Murfight se acercó a él, apuntándole con una de sus pistolas, mientras que la otra se la había puesto en el cinturón.
Frank: Hoy he perdido a mi mejor amigo y mucho dinero... y me lo vas a pagar...
Frank levantó el arma contra Sonny, pero en ese momento, Castillo apareció detrás de Murfight.
Castillo: Murfight, tire el arma.
Frank trató de apuntar a Castillo, pero este le disparó con su Magnum del 44 en la espalda. El potente disparo hizo que Frank se golpeara de cara contra la pared que tenía enfrente suya. Castillo comprobó que estaba muerto y se dirigió a Sonny.
Castillo: ¿Se encuentra bien?
Sonny: Me han disparado... ¿Usted qué cree?
Castillo le tendió su mano al detective y le ayudó a levantarse. Sonny vio el cadáver de Frank Murfight en el cubículo.
Sonny: Elvis..., a abandonado el edificio...
THE END