Grand Theft Encyclopedia
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Sonny llegó a una prisión en el desierto. Aparcó su Stinger y se identificó con su placa.

Sonny: Couga, Antivicio.

Guardia: Deberá entregar su arma, agente. Se la devolveremos al salir.

Finalmente, Sonny entró por el pasillo de la prisión mientras otro guardia trasladaba a otro preso por el patio de la prisión. Finalmente, tras mucho andar, llegaron todos a coincidir en una sala con una mesa.

Sonny: Salgan fuera, por favor.

Los guardias salieron y Sonny estuvo frente a frente con el preso.

Sonny: He recorrido más de cien kilómetros para entrevistarme contigo, Maroto, así que no me hagas perder el tiempo.

80th Vice La venganza de Maroto cárcel



Sonny estaba lavándose la cara en un baño de una prisión mientras se quitaba trozos de carne y cebrebro de su cabeza, así como tratando de limpiarse la sangre de su cara. De repente, le dieron unas arcadas y ganas de vomitar, aunque no acabó expulsando nada. Sonny se miró en el espejo otra vez cuando entró uno de los guardias de prisiones.

Guardia: ¿Qué ha ocurrido?

Sonny no contestó, sino que siguió mirándose en el espejo mientras trataba de recordar lo ocurrido.

Guardia: ¿Necesita algo, agente?

Sonny: Necesito que se vaya.

Guardia: ¿Le dijo algo que...?

Sonny: ¡LÁRGUESE!

El guardia se marchó mientras Sonny trataba de tranquilizarse.

Poco después, Sonny cogió su Stinger negro y salió a toda prisa del lugar, dirigiéndose a una carretera cuyo horizonte parecía fusionarse con los cielos despejados de aquel día.

Video:Intro 80th Vice

La venganza de Maroto[]

Fecha: 1982

Lugar: Vice City


Sonny Cougan y Eddie Rivera estaban vigilando una tienda hasta que Maroto salió de ella y se montó en una Pony.

Eddie: Deberías haber traído un vehículo más discreto.

Sonny sonrió mientras arrancaba su Banshee azul y seguía a la furgoneta de Maroto por las calles de Vice Point.

Sonny: Pero Eddie, en una ciudad con clase como esta, lo no discreto es no llevar uno de estos.

Eddie: Es increíble que nuestro trabajo nos de mejores coches de los que podemos comprar realmente.

Sonny: Por eso me gusta mi trabajo.

La Pony siguió circulando respetando las señales de tráfico mientras el Banshee de Sonny le seguía de cerca.

Sonny: Lo que me parece increíble es que sepa conducir.

Eddie: ¿Por qué?

Sonny: Me tendrás que disculpar, Eddie, pero la mayoría de los inmigrantes latinos no tienen ni idea de conducir.

Eddie (sonriendo): Te voy a dar una galleta...

Sonny: A ver, por ejemplo, Maroto es de México, y allí vas a una Autoescuela y dices, "quiero el carné" !¡Ah, que quieres el carné, por cincuenta pavos es tuyo". En esos países se compran directamente y no muchos saben conducir de verdad.

Eddie: Me disculparás, pero yo nací aquí y me saqué el permiso de manera honrada.

Sonny: Ya... ¿Sabías que en México, cómo no hay seguros y la gente no puede pagarlos, que cuando hay un atropello, le pasan varias veces por encima para asegurarse de que está muerto?

Eddie: No, no lo sabía.

Sonny: Los seguros allí no son como aquí. Aquí es una indemnización directa, pum, si tienes el dinero bien y si no, a la cárcel. En México, los seguros funcionan de otra manera, le vas pagando pequeñas cantidades al tío toda la vida.

Eddie: Venga ya...

Sonny: Tiene que ser un fastidio tener que pagar a un tío toda la vida...

Eddie: Ya pagamos a Hacienda toda la vida...

Sonny Eddie se echaron a reír mientras la Pony giraba en dirección al puente de Leaf Links. Sonny giró suavemente el volante para seguir detrás suya.

Eddie: Pues no sé cómo lo verás tú, pero yo prefiero que si me atropellen, me paguen la indemnización en el momento, no ir acumulando limosna hasta que me muera, con eso no tengo nada para reparar los daños o pagarme las operaciones que fueran.

Sonny: En un sistema que favorece al que paga, pero no al que recibe.

Eddie: Bueno, favorecer, a la larga no favorecerá mucho...


El Banshee siguió detrás de la Pony cuando esta cruzaba el puente hasta que giró hazia la izquierda.

Eddie: Se dirige a Viceport.

Sonny: Con un poco de suerte, al almacén propiedad de Fuentes.

Eddie: Si descubrimos el alijo, le tendremos.

La furgoneta seguía circulando calle abajo por la carretera principal de Vice City Mainland mientras el deportivo de Sonny y Eddie seguía incansable detrás suya.

Sonny: A este paso nos dormiremos antes de llegar...

Eddie: Fuentes es inaccesible.

Sonny: Difícil de atrapar, diría yo...

Eddie: Por si no lo recuerdas, vive en un Yate de lujo en alta mar. No sale de él nunca. Lo único que podemos hacer es cerrar sus almacenes una y otra vez.

Sonny: Por eso odio mi trabajo.

Eddie: No te aclaras, chico.

Sonny: Hemos llegado.

Delante de ellos, había un almacén en un estado mejorable. La Pony de Maroto entró en el garaje y Sonny cogió un walkie.

Sonny: Lou, estamos en posición.

Teniente Rodríguez: Nosotros también. Adelante.

Sonny, Eddie, Lou y varios policías más echaron abajo la puerta del almacén y encontraron a varios hombres con un alijo de drogas.

Sonny: Muy bien señores, la fiesta ha terminado. Pongan sus manos donde pueda verlas y ni se les ocurra tocar la mercancía. Nuestro servicio de escolta está listo para llevarles a una lujosa y espaciosa celda en la sala VIP de la Comisaría.

Pero en ese momento, Maroto aprovechó para huir por una puerta trasera.

Sonny: Como odio que siempre haya un corredor...


Poco después, Sonny y Eddie perseguían a Maroto por un callejón.

Sonny: ¡No corras, que va a ser peor!

Maroto tiró un cubo de basura que había al lado, pero los policías lo saltaron sin problemas. Eddie empezó a correr más rápido, adelantando a Sonny y alcanzando a Maroto, a quien derribó de un sólido placaje de rugby. Sonny llegó para ponerle las esposas.

Sonny: Por ese placaje te habrían descalificado de la liga.

Eddie: ¿Ah, sí?

Sonny: Los placajes legales se tienen que hacer por debajo de la cintura. Si no, son falta.

Eddie: Deberían haberte llovido ofertas de todos los managers antes de...

Sonny: Antes de que me trasladaran al sudeste asiático. Después de aquello, lo único que sabía era disparar, y aquí estamos. Deteniendo a un mexicano camello y drogata que trabaja para un traficante que nunca muestra la cara.

Eddie: Un respeto, que sabe conducir...

Los dos policías rieron mientras Maroto, sin una expresión concreta en la cara, dejaba de oponer resistencia ante la detención. Poco después, a él y al resto se los llevaron en un furgón celular mientras el Teniente Rodríguez se acercaba a ellos.

Teniente Rodríguez: Buen trabajo, señores.

Sonny: Como siempre.

Eddie: ¿Vamos al bar?

Sonny: Huy... me temo que te gusta la camarera...

Eddie: Vamos hombre, no flipes...

Sonny: Vamos, Eddie, estamos a principios de año, ya sabes, Año Nuevo, Vida Nueva...

Eddie: Por favor, no me hagas pasar por ese mal trago, en serio...

Sonny: Yo te apoyaré...

Poco después, Sonny aparcaba el Banshee delante de un bar en Ocean Beach.

Eddie: Esto no es necsario...

Sonny: Claro que sí, a esa mujer le gustas.

Eddie: ¿Le gusto?

Sonny: Sí, pero todavía no lo sabe...

Eddie vio a María sirviéndole una copa a un cliente habitual. Eddie temblaba de manos a pies.

Eddie: ¿Y qué le digo?

Sonny: Tú haz caso del tío Sonny. Tú ve y dile que queremos una copa...

Eddie: Pero estamos de servicio...

Sonny: Tú ve y dile que tú y yo queremos una copa. Luego, habla con ella, pregúntala y todo eso.

Eddie: Te odio.

Sonny: Venga, el "No" ya lo tienes. Busca el "Sí"

Eddie se armó de valor y entró en el bar para hablar con María, la camarera.

Eddie: Buenos ideas, María.

María: Hola Eddie, ¿qué te pongo?

Eddie: Dos copas, una para mí y otra para... - Entonces, el ruido del motor alertó a Eddie, quien veía como Sonny se alejaba con el Banshee.

María: ¿Para tu amigo invisible?

Los dos se echaron a reir, pero a Eddie le cambió la expresión.

Eddie: La otra pues... para tí. Invítate a algo.

María: Vaya...

María sonrió y sirvió dos copas.

María: Bueno, ¿qué me cuentas?

Eddie: Yo... hoy mi compañero y yo hemos tenido una detención. Unos peligrosos capos mexicanos. Uno de ellos salió corriendo. Sonny y yo salimos detrás de él. Era un tío muy fuerte y Sonny se cansó en seguida, ya sabes, está en baja forma el pobre y me tuve que encargar yo mismo de cogerle de un placaje, y bueno...


Esa noche, Sonny llegó a casa de Eddie.

Sonny: ¿Qué, te vienes a tomar unas cañas?

Pero Eddie, muy bien vestido y con unas flores en la mano, se acercó a un sorprendido Sonny.

Eddie: Lo siento, he quedado.

Sonny: ¿Con quién?

Eddie: Con María. Vamos al cine. Ya te contaré.

Eddie, muy orgulloso él, se montó en su coche y se marchó del lugar, dejando a Sonny estupefacto.



Fecha: 1986

Lugar: Comisaría de Washington Beach, Vice City

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Sonny llegó a la comisaría y sin saludar a nadie, se sentó en su despacho. Rafael se acercó a él al verle tan raro.

Rafael: Bueno, ¿cómo ha ido tu largo viaje?

Sonny: Fatal.

Sonny empezó a escribir un informe, relativamente corto hasta que sacó la hoja de la máquina de escribir y la metió en una carpeta que englobaría un caso.

Rafael: Bueno, para cuando quieras hablar, sabes dónde encontrarme.

En ese momento, el Teniente Castillo salió de su despacho.

Teniente Castillo: Cougan. Entre a mi despacho.

Sonny: Genial...

Sonny entró en el despacho del Teniente y ambos se pusieron a hablar. Rafael, Gina y Trudy trataron de escuchar lo que decían aquella conversación, pero en seguida Sonny salió bastante enfadado, cogió la carpeta y se fue a por su Stinger. Rafael miró extrañado su partida.

Rafael: ¿Qué le pasa?

Gina: Ya sabes, sus prontos... cada día tiene una cara...

Rafael: Iré a su barco, a ver si le saco algo...

Gina: Nah, déjalo estar. Ya se le pasará... espero...


Sonny condujo al bar de María y pidió una caña.

María: Pero... ¿no estás de servicio?

Sonny: He estado conduciendo cien kilómetros de ida y vuelta... Necesito algo...

María: Te sentará mejor tu refresco.

Sonny: Cualquier cosa...

María se fue a la cocina a por un refresco cuando dos hombres entraron en el bar. Uno de ellos le golpeó a Sonny con un atizador en la cabeza, dejándolo inconsciente, para luego cogerlo entre los dos y llevárselo, antes de que María apareciera con un refresco.

María: ¿Sonny?


Poco después, Rafael llegó al bar de María.

Rafael: ¿María? ¿Qué pasa?

María: No sé, vino aquí y se marchó cuando fui a buscarle algo. ¿Pasa algo?

Rafael: Sinceramente, hoy a venido muy raro. Nadie sabe lo que le pasa.

Rafael salió del bar y vio el Stinger de Sonny aparcado. Rafael, extrañado, abrió la guantera y vio la carpeta que antes había usado para meter un último informe.

Mientras tanto, en alta mar, una Dinghy era manejada por dos hombres, que llevaban a Sonny inconsciente a un barco ubicado en alta mar. Aquel Yate era de tamaño medio, de tres pisos, pero tenía pinta de ser muy lujoso. Había un tirador con una M60 apoyada en trípode y varios guardias con Ingram Mac-10. Los dos hombres subieron a Sonny ante un tipo que parecía ser el jefe.

80th Vice La venganza de Maroto Fuentes

Hombre: ¿Sabe quién soy, agente Cougan?

Sonny: Fuentes.

Fuentes: Correcto.

Sonny: ¿Qué quieres de mí?

Fuentes: Mi dinero. Tres millones de dólares líquidos, Cougan. Es mucho dinero.

Sonny: Yo no tengo su maldito dinero. ¿De qué puñetas me está hablando?

Fuentes: No se haga el tonto conmigo, agente.

Sonny: Pues tendrá que explicarme esto como a los tontos, por que no me he enterado de nada de lo que está pasando aquí.

Fuentes: No crea que con eso puede engañarme, pero bueno, le refrescaré la memoria. Usted lleva persiguiéndome desde 1980, junto a su trágicamente fallecido compañero Edward, aunque lo único que conseguían era retrasar, que no desbaratar, mis operaciones. Por eso nunca he emprendido ninguna acción contra ustedes. Resulta que hace cuatro años, alguien se lleva tres millones en efectivo de mis arcas, y justo el día cuando descubro quién ha sido, detienen al culpable, es decir, detienen a Maroto, quien se negó a declarar, y acabó en una prisión en medio del desierto, donde no podía... interrogarlo. Tuve que dar ese dinero por perdido, Cougan...

Sonny: Como si ha usted le faltara...

Fuentes: Sonny, a nadie le gusta que le roben. Ahora viene el plato fuerte. Maroto, decide entrevistarse con el policía que lo encerró, usted y digamos, que no acabó muy bien la entrevista para él. Por lo tanto, al ser la única persona del exterior con la que ha hablado, debo suponer que usted, debe saber algo de un dinero que llevo perdido desde hace cuatro años.

Sonny: Pues se ha equivocado. No sé absolutamente nada.

Fuentes: De acuerdo, Cougan, lo haremos a su modo...


Cuatro hombres se acercaron de frente a Sonny, pero este reaccionó rápido y cogió al primero que venía por la izquierda, usándolo de escudo humano mientras cogía su Mac y disparaba a los dos que venían por la derecha, para luego tratar de acertar a Fuentes, pero se escondió tras una mesilla de bebidas. El matón de la izquierda disparó su metralleta contra el escudo humano de Sonny, pero el policía respondió disparándole una ráfaga de Mac, haciendo que el traficante cayera del barco. Un quinto matón apareció desde el piso de arriba con una Micro-Uzi y disparó hacia Sonny, quien se echó al suelo bocaarriba y acribilló al matón, quien cayó por las escaleras.

Sonny se levantó y notó que se había quedado sin balas. En eso, Fuentes salió al descubierto con una pistola, pero Sonny saltó al piso inferior para esquivar el disparo de Fuentes y se metió sin pensarlo en la Dinghy.

Sonny deshizo la amarra y arrancó la lancha rápidamente, mientras Fuentes llegaba y trataba de acertarle con la pistola, sin éxito, dado que Sonny empezaba a alejarse del Yate. El tirador de la M60 se colocó para poder disparar a Sonny, quien huía en la embarcación. Las balas de la ametralladora le pasaban rozando la cabeza y los impactos que producían las mismas daban en el agua.

Airado por la situación, Fuentes se puso al mando del timón y dirigió el yate en persecución de la Dinghy. Sonny echó un vistazo atrás y vio que Fuentes salía detrás suya, por lo que aceleró más con la lancha neumática. El tirador de la M60 seguía tratando de abatir a Sonny a tiros, pero las balas no alcanzaban a acertar al policía, quien se alejaba cada vez más, dado que el yate no podía competir en velocidad con la Dinghy y mucho menos alcanzarla en una persecución. Sonny se alejaba cada vez más y el tirador, tras dar sus últimos disparos, había agotado el cargador de la ametralladora. En ese momento, Fuentes detuvo el barco.

Tirador: Señor Fuentes, ¿ahora qué hacemos?

Fuentes miraba muerto de rabia a Sonny desaparecer con su lancha, totalmente ileso mientras él tenía cinco cadáveres en el barco.

Fuentes: Empieza por limpiar el barco.


Mientras tanto, Sonny llegaba a tierra firme y amarró la lancha neumática de Fuentes. En eso, llegó un Sentinel a recibirlo, bajando de él dos hombres.

Hombre 1: No tiene muy buen aspecto, agente Cougan.

Sonny: ¿Quiénes son ustedes?

Los dos enseñaron sus placas.

Hombre 1: Soy el agente Gamble Cage, y este es el agente Jim Street. Investigamos a Fuentes desde Lauderdale, el caso ha sido reabierto por Asuntos Internos.

Sonny: ¿Y qué tienen que ver con esto?

Gamble: El dinero.

Sonny: ¿A cuántas personas se lo tengo que decir? ¡No tengo el dinero de nadie!

Street: Pero puede ayudarnos a encontrarlo.

Gamble: Dinero negro. Podremos atraer a Fuentes a una trampa.

Sonny: Es demasiado listo.

Gamble: Escuche, o coopera con nosotros, o tendrá detrás suya a un traficante al que no puede arrestar por estar en aguas internacionales. ¿Me ha entendido?

Sonny: ¿Tienen un plan? Por que si es preguntarme a mí, lo llevan claro.

Gamble: Necesitamos el expediente del caso y el de Maroto. Podemos empezar por ahí.


Momentos después, Gamble y Street ojeaban la ficha de Maroto y del caso, mientras Sonny, aún cubierto de sangre, observaba.

Rafael: ¿Puedes contarme de una vez qué ocurre aquí?

Sonny: En el 82, Eddie y yo seguíamos a los secuaces de Fuentes y fue cuando atrapamos a Maroto. Luego, cuatro años después, el detenido me llama por que quiere reducir sentencia.

Rafael: ¿Y?

Sonny: ¿Y? Que Maroto está muerto y me ha dejado este desaguisado a mí.


Entonces, Gamble se dirigió a Sonny y le entregó una pequeña foto del brazo de Maroto, que incluía un tatuaje de combinación de números, 2-5-23 junto a un signo de una cruz.

Gamble: ¿Qué significa esto?

Sonny: Unos números que se tatuó en la cárcel.

Gamble: Pueden ser coordenadas cartesianas.

Teniente Castillo: Compruébenlo.

Rafael: Esperad un momento, ¿Maroto era católico?

Sonny: Bueno, no sé si era creyente, pero hizo algunos trabajos voluntarios para la Iglesia de Little Haiti.

Rafael: Pues ya está, el signo de la cruz. Podemos empezar por ahí.

Street: ¿Y qué me dice de los números?

Rafael: Bueno, creo que el Párroco debe hacer alguna confesión.


Sonny, Rafael, Gamble y Street llegaron a la Iglesia.

Rafael: ¿No te suena este lugar?

Sonny: Hace dos años atravesé aquí una vidriera de cristal saltando desde un helicóptero... Para no olvidarlo...

Sonny llamó a la puerta de la Iglesia, y el Párroco les abrió.

Párroco: ¿Qué quieren?

Rafael (enseñando su placa): De momento entrar, y ya de paso, decirnos qué relación tenía con un mexicano llamado Maroto.

Gamble: 2-5-23

Párroco: ¿Qué le ha pasado al pobre Maroto?

Sonny: No quiera saberlo. Ahora, o nos dice qué significa esta combinación, o un traficante cabreado se paseará por aquí.


El párroco les llevó a la biblioteca de la Iglesia.

Street: ¿Escondía dinero en una biblioteca?

Gamble: No lo creo...

Párroco: El señor Maroto escribió un sobre y lo guardó aquí... estantería 2... columna 5... libro 23... - Siguiendo esa clave, el sacerdote sacó un libro, cuyas hojas estaban huecas y dentro había un sobre, el cual contenía un texto. - "Si lee esto, Padre, le ruego que me perdone por mis pecados. El tesoro se encuentra allí donde mi padre goza de sepultura" - El párroco se santiguó y dijo - Te perdono hijo mío, allá en el cielo la paz que no hayaste en tierra...

Rafael: ¿Ahora tenemos que ir a México?

Párroco: Disculpen, yo me encargué de los certificados de defunción de muchas personas desamparadas. Entre ellas, la del padre de Maroto, disculpen... - tras encontrar un documento, dijo sonriendo - Se halla en el propio cementerio de aquí.


Media hora después...

Rafael: ¡Este tío estaba como una cabra!

Sonny: Y que lo digas...

Finalmente, dejaron las palas y entre los cuatro policías, sacaron el ataúd, el cual fue abierto.

Gamble: Como una cabra.

Street: Definitivamente.

Una bolsa con tres millones de dólares se encontraba junto al esqueleto del padre de Maroto.

Street: Tenía que tener un problema en la cabeza...

Sonny: Y por que no lo viste en la cárcel...


Al día siguiente...

Rafael: Bueno, ¿cuál es el plan?

Sonny: Iré con los chicos de Lauderdale a devolver a Fuentes su dinero.

Rafael: Tiene que ser raro que de repente, encuentres tres millones que llevan desaparecidos cuatro años...

Gamble: ¿Nos vamos?

Sonny: Ahora mismo, señor Cage, aunque primero, debemos coordinarlo con el Teniente.


Switek y Zito estaban en su furgoneta, haciendo pruebas con micrófonos ocultos mientras Rafael revisaba las fichas de Cage y Street.

Gina: ¿Qué tienes?

Rafael: Street parece limpio, pero sorpresa, resulta que Gamble Cage ha visitado dos veces a Maroto después de que lo encarcelaran. Luego, curiosamente, aparece por aquí en cuanto vuelve a saberse algo del dinero.

Gina: Pero ya lo tienen, ¿qué más da? Se lo devolverán a Fuentes.

Rafael: Esto me huele a chamusquina. Tengo un amigo en Lauderdale, voy a pedirle que me mande por fax algo sobre Cage.

Gina: ¿Crees que Sonny va a una trampa?

Rafael: Es pronto para saberlo, pero no lo creo, Cage ha perseguido las actividades de Fuentes en Lauderdale, pero nunca hubo una acusación sobre soborno o corrupción, es más, su ficha es impecable... seguiré revisando cosas.

Gina: Tal vez sólo fue a ver a Maroto para...

Rafael: ¿El dinero?

Gina: No iba a decir eso... pero al tratar el de coger a Fuentes, puede que sólo quisiera sacarle algo...


En ese momento, Castillo los llamó a todos para que entraran en su despacho.

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